Garra, empuje y carácter. El Cisne Colegio Los Sauces debió tirar de todo ello para amarrar en casa una victoria importante que le permite volver a mirar a la parte alta de la clasificación al encadenar tres partidos sin perder y borrar definitivamente su dinámica de derrotas.

Llegaba a Pontevedra un Villa de Aranda recién descendido pero con urgencias ante su mal inicio. Y el equipo de la ribera del Duero demostró por momentos porqué se encuentra en la zona baja. A base de tesón, el Cisne fue capaz de desquiciarle en una gran segunda mitad de los locales que, sin embargo, debieron sufrir hasta el final para amarrar una victoria que a falta de cinco minutos parecía segura.

Pero antes de llegar a ese segundo tiempo muy notable del bloque lerezano, el Cisne hubo de superar una primera parte muy igualada, en la que encontró respuestas en su primera línea a los atascos ofensivos y comenzó a forjar esa agresividad en defensa que resultó clave en el segundo acto.

Porque el equipo pontevedrés saltó bien a la cancha tras los vestuarios. Por fin. Apoyado por un gran Galán, que enlazó varias paradas consecutivas, y una defensa óptima, el equipo dirigido por Jabato le dio la vuelta al encuentro pese a que los errores en ambos bandos se encadenaban.

Villa de Aranda acumuló seis minutos sin anotar, pero eso solo le sirvió al cuadro de Pontevedra para colocar un parcial de 2-0 y, con un tanto de Álex Pombo, ponerse de nuevo por delante (16-15).

Entonces comenzó el festival de exclusiones para el equipo foráneo. El equipo burgalés no enlazaba prácticamente más de dos minutos en igualdad numérica. A ello contribuyó un Cisne incisivo, que buscó con una primera línea agresiva una y otra vez a los defensores rivales.

Sin embargo, el cuadro blanco no terminaba de coger impulso en el marcador. A trompicones, los locales aprovechaban las superioridades. Pero en los últimos diez minutos, los locales dieron el arreón definitivo. Comandados por Casares y Chan, que anotaron y encontraron a los extremos, se colocó 25-21.

Villa de Aranda lo vio todo perdido y arriesgó con seis jugadores de campo en inferioridad. El Cisne no supo tener temple y se vio a un gol (27-26) a falta de tres minutos. Parecía que se podía escapar, pero en una contra, Casares forzó falta en ataque de Bicho. Y en el siguiente ataque, Chan anotó bajo presión en una gran jugada individual que sentenció el choque.