Empate a nada entre Pontevedra y Valladolid B. Los granates dieron señales de no poder reaccionar y fueron incapaces de hacer daño a un Valladolid B con un equipo en circunstancias por las lesiones al que solo consiguieron hacer daño en un gol que llegó a balón parado. En Pasarón se escucharon ya los primeros pitos.

A pesar de sufrir un duro empate en el descuento ante el Guijuelo, Luisito dijo en rueda de prensa que le daba un 10 al equipo hasta el minuto 90. Por esto motivo ayer decidió dar continuidad al equipo titular que se vio en Salamanca y optó por repetir once por segunda vez en toda la temporada.

El experimento, sobre todo en los primeros 45 minutos, no le salió bien al Pontevedra. Los granates no comparecieron en una primera parte de bostezos en la que prácticamente ningún equipo propuso y era el Valladolid B quien, a base de velocidad, lo intentó un poco más para deshacer el empate inicial.

Así fue que la ocasión más importante hasta el descanso la puso el equipo que entrena Miguel Rivera. Mala puesta en juego de un saque de esquina por parte lerezana y Miguel, internacional en categorías inferiores de la selección española, monta una rápida contra en la que Mayoral por la banda izquierda le gana la espalda por velocidad a Jorge y Marcos Álvarez para plantarse ante la portería y marrar una oportunidad de oro en la que Edu estuvo inmenso en el mano a mano para desviar el 0-1.

Poco más a partir de ahí en ese mal primer periodo. Los murmullos, pitos, y gritos se empezaban ya oír en el estadio lerezano y cercana la media hora de juego el estadio estalló en su primera bronca en una nueva ocasión pucelana. Esta pitada fue mucho más grande después cuando todos los futbolistas se retiraron a los vestuarios.

El ataque granate apenas conseguía inquietar para nada las inmediaciones del arco visitante y lo más cerca que estuvo el Pontevedra de hacer daño antes del descanso fue un centro al área pequeña de Álex González que Etxaniz no llegó a rematar a falta de nueve minutos para el descanso. Tanis, meta del filial, fue espectador de lujo desde la portería de fondo Sur.

La segunda parte comenzó sin cambios en ninguno de los dos equipos a pesar de la pobre imagen ofrecida y el Valladolid B tardó más bien poco en dar el primer susto. A los cuatro minutos de la reanudación, balón a la espalda de la defensa, los centrales granates se quedan pidiendo fuera de juego y Miguel aprovecha para plantarse delante de Edu y dar el paso de la muerte que Mayoral estuvo lento para aprovechar, para fortuna pontevedresa.

La reacción de Luisito fue rápida, introducir a Berrocal en el campo en detrimento de Jorge y volver al sistema de cuatro atrás para adelantar a Álex González.

La imagen no estaba cambiando, pero el Pontevedra consiguió sacar petróleo de su primer disparo entre palos. Un centro al área de Álex González fue desviado a córner, Prosi lo puso como él sabe al primer palo y Etxaniz la tocó lo justo de cabeza ante la pasividad de la defensa del filial en la estrategia para poner el 1-0 que salvaba al Pontevedra del esperpento.

El gol sirvió para que los pucelanos metiesen una marcha más. Primero fue Mayoral el que lo intentó en un centro chut que detuvo Edu y después Miguel el que consiguió el empate al remachar a gol un balón muerto en el área pequeña tras la intervención del guardameta granate a un disparo raso del recién ingresado al campo, Suárez.

Tras el tanto del empate, el Pontevedra disputó los mejores minutos del partido. La inoperancia en ataque se desbloqueó y comenzaron a verse las cualidades que tiene el portero del Valladolid B bajo palos. Hasta cinco acercamientos consecutivos encadenó el Pontevedra para tratar de deshacer el empate, Etxaniz, Añón y Marcos Álvarez trataron de buscar la portería en los últimos quince minutos sin tener tampoco el convencimiento necesario para romper las tablas y apuntarse una victoria que por otra parte tampoco hubiese sido merecida.

La mejor noticia del partido, si es que hay alguna, es que el Pontevedra acaba la jornada todavía fuera de los puestos de descenso y tiene la semana que viene otro partido en casa con el que poder sacar la situación adelante.