Todavía es su primera campaña con ficha senior en un equipo de fútbol de Segunda División B, pero el defensa David Goldar ya tiene a sus espaldas un bagaje importante de partidos disputados en el fútbol absoluto desde que dio el salto procedente del equipo juvenil del Celta de Vigo.

El central, de naturaleza humilde, dice que no los cuenta. Pero lo cierto es que sus etapas en Segunda B entre Celta B (74), Ponferradina (11) y Pontevedra (12) suman ya cinco inicios de campaña en la categoría antesala del fútbol profesional en España. A esto hay que unir sus dos llamadas para jugar con el primer equipo celeste en Primera División en las campañas 2013-2014 y 2015-2016. Esto hace un total de 99 citas ligueras y la cifra redonda de 100 partidos oficiales disputados si se tiene en cuenta el encuentro de Copa del Rey que ya ha disputado con el Pontevedra esta campaña contra la Gimnástica Segoviana.

Echando la vista atrás, y teniéndose que quedar con un partido en concreto de todos cuantos lleva jugados desde su salto al fútbol absoluto. El jugador dice que "es difícil quedarse con uno en especial. Creo que hay muchos partidos bonitos, pero al final el debut en Primera División es algo que siempre recordarás (14 minutos en la jornada 36 de la 13/14, Osasuna 0-2 Celta de Vigo). También el partido de Vallecas fue muy bonito (partido completo, jornada 21 de la 2015-2016 Rayo Vallecano 3-0 Celta de Vigo). Viví partidos muy bonitos también en el filial del Celta que fueron claves para la salvación, así que no me quedo con ninguno en concreto que tenga especialmente marcado".

En cinco temporadas consecutivas en Segunda B, al jugador le ha dado tiempo a vivir algunos cambios en la categoría de bronce del fútbol español. "La Segunda B no creo que sea muy diferente (de cuando llegó), lo que sí varía son los clubes. Lo que le pasaba a aquel Pontevedra de los Yuri, Charles o Ígor lo están viviendo ahora en otros equipos. Al final es una evolución más de clubes y de estabilidad en ellos que la propia categoría en sí. En Segunda B sigue habiendo equipos muy potentes tanto económica como deportivamente y quizás los que antes lo eran ahora ya no lo son. Para mí la categoría ha variado más en base a lo que yo he madurado y las experiencias propias, que con el tiempo me han permitido ir conociendo más la categoría para ir adaptándote mejor", indica el futbolista de Portas.

A pesar de que su etapa Sub23 está más que acabada, el futbolista cree que a su fase formativa todavía le quedan muchas páginas por escribir. "Si hablamos cuando yo ya tenga 40 años te seguiría diciendo que mi fase de formación todavía sigue. Si no tuviese nada que aprender creo que no tendría motivación ninguna para seguir jugando. Las ganas de aprender son un requisito básico y también una habilidad que todo el mundo debería tener para poder seguir mejorando", cuenta Goldar.

Bajo las órdenes de Luisito, Goldar ya ha superado en un tercio de liga el número de partidos disputados en la Ponferradina, en el que fue su primer año lejos de la escuela de fútbol viguesa. Acerca de esta campaña en Pontevedra en la que quizás la situación deportiva no se está dando tan bien como cabría esperar cuando se formó el equipo hace unos meses, el defensor no valora este curso como en la que más le está tocando sufrir. En ese aspecto el casi centenario en liga apunta que "ha habido temporadas peores, tanto en lo individual como en lo grupal o con más presión. Al final yo tengo que decir que estoy viviendo una temporada bonita porque me he encontrado un vestuario con gente con la que se puede compartir muchos momentos, sean buenos o malos. Eso es lo que destaco de esta temporada además de poder jugar como en casa, con mucha gente conocida y en la ciudad en la que crecí por estar al lado de mi pueblo".

Muchos maestros

No cuenta los partidos, dice, pero sí lo hace con los técnicos. Goldar recuerda que en esta etapa ya ha pasado por las manos de "13 entrenadores diferentes". Luis Enrique o Berizzo con el Celta, Fredi Álvarez, Torres Gómez o Alejandro Menéndez en el filial, Pedro Munitis en Ponferrada o ahora Luisito en Pasarón son solo algunos de los nombres que han dirigido ya al jugador formado en A Madroa.

Con tantos nombres que le han marcado en la primera etapa como futbolista adulto, el de Portas ha ido adquiriendo en curiosidad y ganas de ser también alguien capaz de dirigir un vestuario. Por este motivo ha iniciado ya los primeros pasos académicos para poder tener el carnet de entrenador en el futuro, una fase de su carrera deportiva que en cualquier caso todavía está muy lejana para un futbolista que aun tiene 23 años.

"Todavía no me lo planteo. Pero por la forma de jugar o por lo que me cuentan compañeros y gente con la que estoy, sí parece que tengo esa forma de expresarme que parece indicar que tengo dentro a un futuro entrenador. Es algo que sí me gustaría y me estoy preparando para ello, pero todavía no con vistas a empezar nada ni mucho menos. Aun me queda una larga carrera de fútbol por delante y quiero disfrutar de ella", comenta acerca de su futuro.