Partido incómodo el que hoy a las cinco de la tarde disputa el Pontevedra contra el Navalcarnero en el que es el primer encuentro tras la dimisión no aceptada de Luisito. La plantilla afronta el choque con una dosis de motivación extra, convencida de darle la vuelta a la crisis de resultados de la última semana y con ganas de reforzar la figura de un entrenador al que los jugadores y la directiva no permitieron marcharse.

El mensaje de la presidenta fue claro el pasado lunes. El equipo tiene que reaccionar y dispone de dos meses para empezar a obtener resultados. En caso contrario, en el mes de diciembre se tomarán decisiones importantes que pasan por mover piezas en una plantilla que no termina de encontrar las hechuras suficientes para afrontar esta campaña con las exigencias que afición y objetivos esperan.

El momento en lo deportivo no es quizás el adecuado para recibir la visita a Pasarón de un Navalcarnero que llega en quinta posición, con un presupuesto menor que el de los granates y en un estado de tranquilidad óptimo que le permitirá jugar con la ansiedad local en un momento en el que el nerviosismo se puede apoderar del Pontevedra en caso de un final apretado. La premisa de la jornada es dejar la portería a cero.

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Frente a la presión que pueda tener el bloque pontevedrés, está la unidad que han demostrado en estos días. La plantilla y el cuerpo técnico han demostrado ser una auténtica piña en esta última semana y han cerrado filas en torno a su técnico, al que quieren dedicar una necesaria victoria que demuestre la confianza que tienen en él y de paso les ayude también en lo individual y lo colectivo.

De cara al choque de hoy Luisito no contará con el lesionado Jimmy ni con David Goldar por sanción. Carlos Ramos tienen difícil entrar en la lista de convocados por molestias musculares y Prosi también se han entrenado a menor ritmo en alguna de las sesiones de esta semana.

Por parte del equipo madrileño, que afronta esta salida con un gran balance de resultados lejos de casa, no estará en el centro del campo un hombre importante en este primer tercio de temporada como es el ex del Albacete, Molina. Los hombres que entrena Calero llegan a Pontevedra después de dos partidos seguidos en su campo en los que han sacado una victoria por la mínima ante el Valladolid B y un empate ante el Guijuelo, ambos conjuntos que ocupan puestos de descenso directo a Tercera División.