Cuando finalizó la temporada pasada, Luisito y el director deportivo Roberto Feáns tenían claro que una de las demarcaciones que querían reforzar de cara a esta campaña era la defensa. El binomio que se encarga de fichar y confeccionar la plantilla en cada mercado de fichajes tenía claro que al Pontevedra le faltaba contundencia en su línea defensiva y esto quedó probado, sin ir más lejos, en el choque en casa del play off contra el Real Murcia en el que los delanteros pimentoneros hicieron mucho daño atrás, mientras que la dupla murcianista compuesta por Golobart y Josema parecía infranqueable.

La defensa se reconstruyó casi por completo. Portela y Adrián Gómez salieron del club sin que nadie les ofreciera continuar. Loureiro y Bonilla se fueron a clubes de mayor renombre o categoría para seguir progresando en sus respectivas carreras y Jacobo Trigo quiso cambiar Pontevedra por Ferrol en una decisión muy controvertida que no gustó nada a un sector muy amplio de la afición lerezana. De este modo, en defensa tan solo Bruno continuó con respecto al curso pasado y el Pontevedra fue al mercado para firmar hasta a seis defensores nuevos con los que trabajar esa contundencia que se creía necesaria.

Por el momento la búsqueda, desgraciadamente para los intereses pontevedreses, está haciendo aguas. Los números en este primer tercio de campaña hablan por sí mismos y el Pontevedra lleva encajados 19 goles en los primeros 13 partidos. No es menos cierto que por el momento el equipo no ha encajado goleada alguna, el Toledo ha sido el rival que más veces ha conseguido batir a Edu y solo le valió para sacar un empate a tres de Pasarón. Pero si no hay un partido nefasto al que echar la culpa del elevado número de tantos encajados, esto deja a las claras que los problemas defensivos son un mal endémico de este inicio de temporada. Tan solo en los partidos en casa ante San Sebastián de los Reyes (3-0) y Real Madrid Castilla (2-0) el equipo finalizó el partido sin encajar.

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Desde el cuerpo técnico son muy conscientes de cuál es el problema que le está condenado a la zona media-baja de la tabla a estas alturas de competición. Luisito comentó ya en el primer entrenamiento de la semana, tras no haberse acepado su dimisión, que "a estas alturas llevar 19 goles en contra para nosotros es una sangría. Esto lo tenemos que parar de alguna forma. Evidentemente nosotros para adelante vamos muy bien, pero lo que no puede ser es que con muy poquito nos hagan una ocasión de gol. En esto la culpa la tenemos todos, y yo el primero. A ver si somos capaces de solucionarlo, yo estoy convencido de que va a ser así".

Hay que remontarse a la última temporada del Ponteveda en Segunda División (2004-2005) para encontrar un arranque defensivo peor que el actual. Por aquel entonces el equipo que entrenaba José Aurelio Gay jugaba un fútbol atrevido y desmelenado ante rivales que ya no eran los del año anterior en Segunda B y que les castigaban con mucha efectividad en el otro lado del campo. Con las mismas trece jornadas disputadas que ahora llevan los de Luisito, aquel equipo había recibido 21 tantos.

Posteriormente a esa campaña 2004-2005 el club lerezano nunca llegó a estas cifras de goles que hoy llevan en su balance en contra. Es más, desde el 2004 solo en seis campañas han recibido más tantos que partidos disputados jugado un tercio completo de liga.

El dato contrasta de manera directa viendo quién es el entrenador que se sienta en el banquillo granate. Y es que los números defensivos de Luisito no son ni mucho menos malos desde que llegó al club pontevedrés hace ya más de tres años para ascender a Segunda División B. Se da la casualidad de que la temporada pasada, con ocho goles en contra, el de Teo había conseguido el mejor registro defensivo en este tramo de campaña de todo el Siglo XXI, solo igualado en algunos años de Tercera. Y lo hizo además con esa defensa de la que a final de curso se decía que le hacía falta incorporar contundencia.

El cuerpo técnico trata desde el inicio de la liga de solucionar este problema ya detectado en pretemporada y por ello Luisito ha trabajado con diferentes sistemas de dos y tres centrales y ha alineado a la totalidad de sus futbolistas atrás a lo largo de la competición ya disputada. Ni resultados, ni lesiones han ayudado a poder asentar a una "defensa tipo". Este domingo ante el Navalcarnero tampoco será el caso al perderse el partido por sanción David Goldar, el central con más minutos de la plantilla.