Tras el temporal, llegó la normalidad. El día a día atropella al Pontevedra con el técnico Luisito en el ojo del huracán teniendo que volver a la rutina de los entrenamientos con la sesión de recuperación de todos los lunes. Ayer el plantel tuvo la visita en los vestuarios de la presidenta Lupe Murillo y de Roberto Feáns antes de la charla previa de su entrenador en la que se trataron de poner sobre la mesa los errores que llevaron al equipo a la derrota en Talavera.

En una sesión de trabajo normal, con aparente tranquilidad por parte de los jugadores y un Luisito especialmente serio, los jugadores hicieron trabajo con y sin balón previo a la jornada de descanso de hoy.

Por primera vez desde hace semanas, Luisito también accedió a hacer declaraciones en esta situación excepcional que se ha generado tras su dimisión interrumpida. El técnico recalcó que su decisión no fue fruto de un calentón y "no quería ser un estorbo". Pero "viendo que el consejo de administración, la presidenta, el director deportivo y los futbolistas me convencieron, hubiese demostrado ser un cobarde si ella me hubiese aceptado la dimisión".

El entrenador del Pontevedra habló de "orgullo" por la manera en la que todo el mundo le ha respaldado y espera que este apoyo le de fuerzas a todo el mundo para reconducir la situación deportiva. El objetivo a partir de ahora para el teense es el de tratar de "volver a ser ese Pontevedra súper competitivo para que a nivel defensivo no nos pase lo que nos está pasando".

Luisito no escondió lo que ha sufrido en los últimos días y aseguró que "es la primera vez desde que soy entrenador y desde que estoy aquí en la que me sentí fulminado. Yo sé lo que me dedico a entrenar y lo que estoy sufriendo y lo que no quiero es que sufra todo el mundo por culpa mía. Ayer (por el domingo) lloré de rabia y de impotencia porque me fastidia la situación y me acabé fundiendo. Sinceramente, viendo la primera parte yo no contaba con perder".

El técnico de Teo no quiso entrar a valorar antes de tiempo los posibles cambios que puedan llegar a partir del mes de diciembre. "Aún falta mucho, ahora tenemos que tirar con lo que tenemos y aquí y, evidentemente, si las cosas siguen así el mercado de invierno está para eso". En cualquiera caso Luisito quiso manifestar que antes de todo eso, el cuerpo técnico tiene "una fe ciega en los jugadores porque ya demostraron que son buenos futbolistas".