Disgustado. Así estaba el técnico Quique Domínguez al término del encuentro que a su equipo se le escapó de entre los dedos. Domínguez resumió el partido en que se vieron "dos partes muy diferenciadas". "En la primera mitad estuvimos a un nivel altísimo, empezando por nuestra defensa. Jugamos exactamente a lo que queríamos, ya que pudimos correr y generar situaciones de lanzamiento muy propicias", expuso.

"En el segundo acto las cosas cambiaron desde el primer momento. Ellos hicieron goles muy fáciles en los primeros ataques y nosotros tuvimos errores de lanzamiento. Eso les dio confianza a su portero y seguridad a su defensa. Cada vez confiaron más en que podían darle la vuelta y a nosotros, al venir de una ventaja tan amplia, perdimos agresividad defensiva y claridad en ataque. Nos condicionó mucho", destacó.

Domínguez reconoció que el meta Jorge Oliva fue "clave" porque "varias paradas espectaculares" y también recalcó que el Teucro no supo "descifrar su defensa más adelantada y agresiva". "No supimos aprovechar los espacios que nos dejaban", señaló antes de admitir que las dos prontas exclusiones de Colasuonno y la baja de Moledo les "restaron opciones".