El inicio de competición ha dejado a cinco equipos en el grupo I de Segunda División B sin todavía saber lo que es ganar este año. Todos ellos están alojados en las últimas plazas de la clasificación, siendo Pontevedra, Gimnástica Segoviana y Valladolid B los peor colocados al solo tener un punto en sus respectivos casilleros.

Esta errática situación ha hecho que se agote la paciencia ya en la ciudad pucelana y el entrenador del banquillo blanquivioleta, Carlos Pérez, es la primera víctima que la liga se ha cobrado. Los vallisoletanos empataron en la jornada 1 contra el Adarve y a partir de ahí enlazaron cuatro derrotas seguidas frente a Rayo Majadahonda, Atlético de Madrid B, Coruxo y Celta B que fueron motivo suficiente para que desde la directiva pucelana se buscase un cambio de rumbo.

Miguel Rivera será el sustituto en la dirección de los del anexo del José Zorrilla tras el mal rendimiento del que fue sustituto del hoy técnico del Celta B, Rubén Albés.

La situación de Luisito en Pontevedra parece ser, de momento, diferente después de que la presidenta Lupe Murillo demostrase su confianza al de Teo tras la derrota en Fuenlabrada. La dirigente granate cree que el crédito que Luisito se ha ganado en sus tres últimas temporadas son un aval suficiente como para tener paciencia y confianza en que el equipo, con él al mando, volverá a encauzar el camino de las victorias.