Una semana más, el Pontevedra sigue de "no quiero". Así resume Luisito la racha de su equipo y eso es lo que se vio ayer en Pasarón. Los granates se dejaron dos puntos (3-3) en la última jugada del partido después de ponerse por delante, ver como les remontaban, y dar de nuevo la vuelta al marcador. Primer punto de los lerezanos en esta temporada pero con cierto aroma a derrota después de tener en la mano la victoria, jugar más de 20 minutos con un hombre menos por expulsión de Prosi, y conceder el empate por un error defensivo en el minuto 94.

Luisito sorprendió de entrada con una convocatoria valiente, dejando fuera de la lista a tres jugadores de corte defensivo y convocando a todos los jugadores de ataque que tiene en plantilla. El de Teo rompió la defensa de tres centrales con la que había jugado en las dos primeras jornadas y dio continuidad a los cuatro hombres que jugarón atrás en Cerceda.

Sin necesidad de apretar mucho arriba, el Pontevedra se encontró con la primera oportunidad para encarrilar el partido. Antes de los diez minutos, el colegiado Bueno Prieto decretó un dudoso penalti sobre Marcos Álvarez en su intento de remate dentro del área pequeña. Etxániz cogió la responsalidad de tirar la pena máxima y batió con contundencia a Alcolea para poner el 1-0. Con poco, los granates ya estaban ganando y se pusieron por delante en un partido por primera vez en esta temporada. Mientras tanto el Toledo se mostraba inoperativo y contrariado por las decisiones arbitrales.

No se contabilizaron paradas en ninguna de las dos áreas en los primeros 45 minutos pero si hubo un equipo que hizo méritos para irse a los vestuarios ganando, ese fue el Pontevedra. Tras unos minutos en los que el equipo se echó atras, poco a poco fue dando pasos adelante y tuivieron hasta dos oportunidades muy claras para anotar el segundo que fueorn invalidadas por fuera de juego. Primero en un disparo de Marcos Álvarez que sacó Alcolea bajo palos tras la prolongación de Etxániz dentro del área a centro de Prosi. Después en un tanto anulado a Añón de cabeza en una jugada ensayada desde la esquina.

La locura reinó tras la reanudación después de volver de los vestuarios. En once minutos se vio todo el fútbol de ataque que faltó en los primeros 45. Tres minutos tardó el Toledo en encontrar el camino a puerta tras la arenga de Onésimo en el descanso. En la mejor jugada que se vio en el partido por parte de cualquiera de los dos equipos, Canario rompió en velocidad a Bruno por banda y llegó a línea de fondo para poner un pase atrás que Tomás envió a gol, pegándole con potencia y haciendo imposible cualquier estirada de Edu.

Tan solo dos minutos después los visitantes culminaron la remontada con una genialidad de Sergio García, poniendo en la misma escuadra un remate desde el pico del área y sin presión alguna. El pesimismo se trasladaba a Pasarón, que hasta entonces tampoco estaba viendo mucho fútbol y en esos momentos ya veía a su equipo por debajo en el marcador otra vez.

En la reacción del Pontevedra se encuentra la única nota positiva del partido para los de Luisito. Los granates no se dejaron atenazar por los nervios de la remontada y buscaron la portería de Alcolea con premura. Primero fue Añón el que la tuvo muy cerca de la línea de gol tras un centro cerrado de Marcos Álvarez en el que el portero se le echó encima.

Después llegó la segunda remontada del día.Bruno subsanó su falta de contundencia en el empate siendo más listo que nadie al entrar con rapidez al primer palo para cabecear a gol un buen centro de Prosi desde la esquina llegando libre de marca al primer palo. Y como si fuera un espejo, el Pontevedra anotó el segundo también dos minutos más tardre. Fue en un balón prolongado de Etxániz tras el saque de portería de Edu que Añón controló dentro del área, provocando que le derribase el guardameta visitante. El propio Añón se encargó de transformar la pena máxima y celebrarla con rabia abrazándose con todo el banquillo.

El partido estaba loco, y todavía subió un grado más de locura cuando mediado el segundo periodo Prosi vio la segunda tarjeta amarilla de la tarde por una absurda falta en el centro del campo.

Con un jugador menos el Pontevedra defendió bien el resultado, aguantando las tímidas acometidas de un Toledo en el que Onésimo había puesto ya toda la carne en el asador retirando dos defensores para dar entrada a los delanteros que tenía en el banquillo.

Y cuando parecía que los tres puntos se iban a quedar en casa, llegó el jarro de agua fría. En un un balón colgado al área que Adrián León no despejó (el centrocampista reclama falta en esa jugada) , Canario aprovechó para fusilar a Edu dentro del área y en el último minuto para poner las tablas en el partido de los locos.

Antes el Pontevedra había tenido una ocasión clamorosa del debutante Berrocal en un disparo ajustado al palo que Alcolea detuvo con el pie en lo que fue la mejor intervención de la tarde del guardameta.