El Pontevedra cayó por 2-1 en el primer partido de la temporada ante un Celta B que, pese a haber perdido potencial, fue superior al cuadro granate. El filial celtiña se adelantó en el primer minuto de juego con un gol de Drazic ante la parsimonia defensiva visitante y maniató al cuadro dirigido por Luisito la primera media hora. Ya en el segundo tiempo, Brais Méndez pareció sentenciar el partido a falta de diez minutos, pero Añón recortó diferencias e hizo soñar al equipo de la capital con el empate.

No hubiese sido merecida la igualada para un Pontevedra que no ofreció una buena imagen en su debut. El equipo tardó en cogerle el pulso al partido y lo pagó caro. Drazic anotó pronto y Juan Hernández pudo hacerlo en la siguiente jugada. El equipo de Pasarón estaba perdido en el calor de la mañana viguesa. Y aunque poco a poco despertó, no fue hasta el segundo tiempo cuando ofreció alguna sensación positiva, gracias a los cambios.

Añón y Prosi dieron otro aire al juego de los suyos. Sin hacer nada del otro mundo, parecía que el empate podía llegar, aunque el Celta perdonaba contras para sentenciar. Hasta que apareció Brais Méndez para poner el 2-0. El encuentro semejaba finiquitado, pero el cuadro lerezano echó el resto y encontró el gol de Añón a falta de dos minutos para el 90. Lo que llegó después fue un acoso que no se convirtió en derribo porque Sotres ganó a Mouriño en el mano a mano del último minuto.