Carlos Ramos llega este verano al Pontevedra como uno de esos jugadores llamados a aportar ese hambre del que busca crecer en su carrera después de haber probado las mieles del fútbol de élite al vestir los colores de un filial de primera categoría. Tras dos años en Guijuelo y Burgos, el jugador de 22 años persigue ahora a orillas del Lérez un crecimiento a nivel personal y colectivo que le lleve a pelear en los puestos altos de Segunda B después de un año muy complicado en Burgos al que puso fin de manera abrupta este verano a pesar del malestar de una afición burgalesa que no entendió que no se le diese la oportunidad de continuar jugando para los de El Plantío en el presente curso.
- ¿Cómo se define como futbolista?
- Es difícil precisar si mediocentro defensivo u ofensivo. Al final diría que más ofensivo, con mucha llegada y al que le gusta pisar área para intentar acabar las jugadas porque tengo buen disparo y eso lo puedo aprovechar ahí.
- Al margen de haberse enfrentado contra ellos un par de veces ¿qué sabía del Pontevedra?
- Creo que todo aquel que esté un poco puesto en el fútbol y le guste la Segunda B y el fútbol modesto, sabe que el Pontevedra es un club con mucha historia y con una ciudad detrás que sigue de cerca el fútbol y está detrás del club y eso en esta categoría no se puede decir en muchos sitios. Además tengo que decir que el estadio de Pasarón a mí me encanta, particularmente es uno de mis favoritos y siempre me ha llamado mucho la atención.
- Debutó con el Guijuelo aquí después de salir de la cantera del Atlético de Madrid y el año pasado también hizo gol en Pasarón con el Burgos. Es un estadio de buenos recuerdos.
- Sí, fue mi primer partido tras salir del Atlético y después el año pasado pude hacer un buen partido, aunque el gol no nos sirvió de mucho porque no ganamos.
- Viene a Pontevedra tras un año complicado en Burgos, quizás no fue la temporada que se esperaba allí.
- Creo que lo que nos falló fue la presión que nos metieron o nos metimos nosotros mismos por estar arriba. Los resultados no se daban y el agobio por tener que estar arriba nos fue mermando. El inicio de liga tan malo que tuvimos lo fuimos arrastrando hasta el play out que jugamos al final para salvarnos.
- Antes de todo eso, su paso por las categorías inferiores colchoneras, ¿qué recuerdos tiene de todos esos años?
- Muy buenos, al final es un club de los más grandes de España y de Europa. Cuando yo llegué estaba el equipo en horas bajas y después llegó el Cholo y todo fue a mejor. Eso se notó también en la cantera y en la estructura del club. El debut y poder entrenar con el primer equipo son recuerdos que te quedan para toda la vida y que le podré contar a mis hijos. Es el sueño cumplido de cualquier futbolista cuando de niño juega con la pelota en el parque.
- ¿Cómo son en las distancias cortas Simeone y el "profe" Ortega? ¿Son tan duros los entrenamientos como dicen?
- Lo son, son muy intensos y lo tienen todo muy medido. Al final eso se demuestra en una temporada solo viendo como llegan sus equipos al final de la liga, que están como motos y eso no es casualidad.
- Aquí le espera un entrenador cortado por el mismo patrón. Intensidad, trabajo físico y filosofía del partido a partido.
- Eso me han dicho. Todavía no he podido comprobarlo en persona pero ya me han ido avisando de lo que me espera aquí. Al final es un entrenador que quiere lo mejor para el jugador y para el club y eso es lo bueno para todos.
