La propuesta que tiene previsto realizarle el Peña Sport ante la comisión de clubes de Segunda División B en la asamblea general de la Federación Española que se celebrará el próximo 20 de julio en Las Rozas (Madrid) puede ser decisiva para la composición de los cuatro grupos que militarán la próxima temporada en la categoría de bronce.

La posibilidad de repetir grupo con los equipos de las mismas comunidades que en la pasada campaña no es posible debido a que suman veintiuno, ya que lo harían los siete gallegos, seis de Castilla-León, tres asturianos, un cántabro y cuatro navarros.

Dicho grupo podría verse disminuido en uno debido a que el Boiro podría sufrir un descenso administrativo por las deudas que acumula con algunos jugadores de la plantilla de la pasada campaña. Además, en estos momentos está sin junta directiva tras la dimisión de su presidente Places, lo que hará más complicado buscar una solución a los graves problemas económicos que está padeciendo.

La intención de la entidad navarra es hacer una petición a dicha comisión en la que los siete clubes gallegos, Celta B, Pontevedra CF, Racing de Ferrol, Coruxo, Boiro, Deportivo B y Rápido de Bouzas tendrían como rivales a los seis representantes en la categoría de Castilla-León, es decir, Guijuelo, Ponferradina, Real Valladolid B, Gimnástica Segoviana, Real Burgos y Mirandés.

Los otros seis participantes en el grupo serían los siete equipos madrileños: Navalcarnero, Real Madrid Castilla, Atlético de Madrid B, San Sebastián de los Reyes, Fuenlabrada, Rayo Majadahonda y Unión Adarve.

De confirmarse este grupo, el Pontevedra, así como el resto de equipos de la comunidad gallega evitarían tener que desplazarse en cuatro ocasiones a tierras navarras, ya que el número con relación a la pasada campaña se vio incrementado tras el ascenso del Peña Sport, que es precisamente quien tiene más interés en no verse incluido en el grupo en donde militarán los gallegos.

Entre los rivales más complicados que tendría el conjunto granate para acceder a la fase de ascenso volvería a estar el Celta B que no superó la correspondiente fase de ascenso, así como el Rayo Majadahonda que fue una de las revelaciones de la pasada campaña en el Grupo II.

A estos equipos habría que añadirle el Mirandés, que descendió de Segunda División, sin olvidarse del Real Madrid Castilla, Ponferradina y Burgos, que acaba de convertirse en Sociedad Anónima y contará con un presupuesto alto para la categoría.

El grupo contaría con cinco filiales: Celta, Deportivo, Valladolid, Atlético de Madrid y Real Madrid Castilla.