El Pontevedra afrontó su segunda temporada consecutiva en Segunda División B con una plantilla en la que presentó doce novedades con respecto a la anterior. El objetivo marcado por el consejo de administración que preside Lupe Murillo era mejorar la clasificación lograda en la anterior y tras 38 jornadas se consiguió alcanzando el cuarto puesto en la liga regular, lo que le permitió disputar la fase de ascenso a Segunda División y jugar la Copa del Rey en la próxima campaña.

Luisito contó a lo largo de la liga con 23 futbolistas, de los cuales sólo cinco superaron los 3.000 minutos sobre el terreno de juego. Una temporada más, el meta Edu Sousa fue quien ocupó la primera posición en esa faceta. El portero tudense solo se perdió el último encuentro de liga frente al Caudal, con el fin de evitar cualquier lesión o sanción de cara a afrontar la eliminatoria de la fase de ascenso frente al Murcia.

También Kevin Presa mantuvo su status de minutos jugados al alcanzar la cifra de 3.089. El centrocampista tuvo que cumplir dos partidos de sanción por acumular un ciclo de cinco cartulinas amarillas. Al final de la competición sumó un total de doce en los 35 partidos en los que participó.

Los otros componentes de la plantilla que pasaron de los tres mil minutos fueron los defensas Bonilla y Miguel Loureiro, que fue la revelación de la temporada, y Jacobo Trigo, que alternó en muchos partidos la posición de mediocentro y la de central. Los tres cuentan con una propuesta del club para continuar una campaña más, aunque tienen ofertas de otros clubes, alguno de categoría superior.

Mateo Ferrer fue el único futbolista que igualó en partidos jugados a Edu Sousa, participó en 37, pero solo en dieciocho fue titular y jugando los noventa minutos en nueve, en el resto fue sustituido por un compañero. Al final disputó 2.098. A pesar de todos estos números, el futbolista que llegó procedente del filial del Mallorca no seguirá formando parte de la filas granates.

Los otros jugadores del plantel que disfrutaron de más minutos fueron los recién llegados David Añón (2.461) y Abel Suárez (2.433) y es digno de destacar el joven Bruno Rivada, que disputó 2.322 minutos, a pesar de que no debutó en el equipo hasta la novena jornada. A partir de ahí se hizo imprescindible para Luisito y solo se perdió dos partidos, uno por acumulación de cartulinas amarillas en la última jornada en Mieres ante el Caudal, y frente al Osasuna en su feudo tras ver la roja en el partido anterior ante el Valladolid B en el Estadio de Pasarón.

Mario Barco, Dani Portela y Jacobo superaron los mil minutos, pero ninguno de ellos formará parte del nuevo proyecto de Luisito. El delantero regresará tras su cesión al Lugo, mientras que el técnico no cuenta con el defensa, así como tampoco con el mediapunta de Bueu, que se va tras cuatro temporadas en el club, tres de ellas consecutivas.

Adrián Mouriño, Álex Fernández y Álex González, tras pasar la barrera de los mil minutos, sí que recibieron una oferta de la entidad y tendrán que decidir ellos si continúan o no a las órdenes del entrenador de Teo.

De los jugadores que no llegaron a esa cifra solo Iker Alegre tiene la oportunidad de seguir en el conjunto granate. El delantero sufrió una grave lesión lo que hizo que participase en cinco encuentros, en los que marcó dos tantos en las dos últimas jornadas frente a la Arandina y el Caudal. También recibió la propuesta el meta Santi Canedo, pero la desestimó debido a que no tuvo la confianza del entrenador y solo jugó un encuentro de liga.

Del resto de la plantilla hay que destacar que Eneko Eizmendi, que llegó en el mercado de invierno, participó en los dieciséis últimos partidos en los que logró un tanto ante el Caudal. Lo hizo para ocupar el puesto de Gonzalo que se marchó en enero al Racing de Ferrol.

Capi, Adrián Gómez y Miki también causaron baja en la plantilla. De todos ellos fue Capi quien más minutos jugó, 832, mientras que el capitán y el delantero no gozaron de muchos minutos. El único jugador del filial que debutó en el primer equipo fue Iñaki que salió al terreno de juego durante catorce minutos en la visita a Mieres.