La directiva del Marcón Atlético disfruta de un nuevo ascenso del equipo a Preferente Autonómica tras haber sufrido un inesperado descenso hace tan solo un año. El club pontevedrés afrontará la próxima temporada con el reto de mantener la categoría sin tantos agobios como en las dos anteriores como afirma su presidente Carlos González.

- Tocó sufrir hasta la última jornada para conseguir el ascenso pero al final se logró el éxito?

- Fueron nueve meses muy duros para todos. Ha sido la temporada más difícil desde que estoy al frente del club. Fue muy complicada en todos los aspectos, tanto en lo deportivo como en lo social.

- ¿Cuáles fueron los problemas?

- La decisión de Carlés de no seguir como entrenador después de diez temporadas nos supuso un contratiempo muy grande. Los jugadores estaban habituados a su forma de entrenar. Más tarde la dimisión de Luis Oliveira nos cogió de sorpresa, no la esperábamos. Hubo que convencer a Amador, que es el "alma mater". Sabíamos que podía llevar al equipo al ascenso, es un gran trabajador. En lo social lo hemos pasado muy mal como consecuencia del problema surgido con el jugador del San Martín al tachar de racista al club. Se nos trató muy mal sin ninguna razón. Fueron momentos muy complicados.

- La lucha por los tres primeros puestos que dan derecho al ascenso fue encarnizada hasta el último minuto como lo refleja el cuádruple empate. ¿Temió por no alcanzar el objetivo?

- La verdad es que no. Había los típicos nervios, pero sabíamos que el empate nos llegaba para el ascenso. Hubo un poco de confusión al final del partido por las noticias que llegaban al campo, aunque nosotros desde el pitido final ya los empezamos a celebrar. Después de la temporada que hicimos creo que el premio es merecido. El éxito radicó en el trabajo de todos y en la humildad de todos los estamentos del club.

- ¿A nivel económico la temporada se puede considerar positiva?

- Sí. No vamos a quedar con deudas con nadie y eso ya es digno de alabar en estos tiempos. No cabe duda de que para nosotros la fiesta de la fabada es algo vital. Nos ayuda mucho a cumplir con el presupuesto.