La Copa Xunta que el pasado lunes conquistó el Poio Pescamar en Pontevedra ante el Ourense Envialia no da ningún rédito económico al club, no tiene ningún premio al margen del trofeo, pero sí ayuda a algo mucho más importante; a que las jugadoras rojillas crean en sus posibilidades y vean que le pueden ganar a cualquiera.

Como David ante Goliat las conserveras han ido acabando con todos cuantos gigantes se les presentaron de forma consecutiva. Primero el Atlético "campeón de Europa", después al Alcorcón y su plantilla de 6 internacionales y por último al tetracampeón de Copa Xunta, Ourense Envialia, en su primera final.

La satisfacción del presidente rojillo, Juanjo García, no puede ser más grande. "Hemos cumplido uno de los objetivos que nos marcamos con Marcio en la pretemporada y estamos todos muy contentos, sobre todo por cómo estás respondiendo las jugadoras y el cuerpo técnico. Después también no podemos estar más encantados con el comportamiento de la afición. Han sabido responder a la llamada del club de forma impresionante", dijo el dirigente.

Con esta trayectoria que parece imparable y la constatación de que el equipo ya puede jugar de tú a tú contra los grandes de la liga, la ilusión se dispara de cara a una Copa de la Reina que tiene todas las papeletas para ser celebrada en A Seca. En sentido el presidente de la entidad conservera dice que "la idea es hacer algo bonito en la fase final de la Copa de España. Nos hemos ganado el derecho a soñar porque se ha demostrado que somos capaces de ganarle a cualquiera. Nuestro único handicap en contra es que vamos justos porque con las lesiones tenemos solo a 10 jugadoras. En liga hay una semana entera para descansar, pero la copa son 3 partidos seguidos".