A Toño Lafuente todavía le cuesta asimilar su decisión de retirarse de las pistas. El incansable guarda redes cisneísta empezará a pensar en pasado en todo lo relativo a su carrera deportiva a partir de este verano. El sábado se anunció su retirada en un tiempo muerto pedido expresamente para ello a un minuto de finalizar el partido ante Zarautz.
- Diecinueve años son muchos años ¿con qué se queda de todo lo vivido en el Cisne?
- Sin ninguna duda me quedo con el ascenso a División de Honor Plata, ese ha sido el momento más bonito que he vivido en el mundo del balonmano. Ascender con el club con el que has jugado media vida es y ha sido espectacular.
- ¿No sería más bonito redondear a 20? ¿O este año nadie le puede hacer cambiar de opinión?
- Es una decisión que ya vengo pensando desde hace tiempo. División de Honor B es una liga que exige mucho y yo no me puedo comprometer con el club un año más con el mismo compromiso. Los que me conocen saben que yo soy una persona implicada y que no me gusta estar a medias tintas y si no estoy, no estoy. Por eso no puedo seguir un año más, porque el ritmo de cuatro días de entrenamiento a la semana, con los horarios que tenemos, viajar cada dos fines de semana y llegar el domingo a casa de madrugada... Yo tengo mi trabajo, también una hija y una pareja que también quieren disfrutar de mí y con todo no puedo.
- ¿Totalmente descartado entonces que pueda hacer como en su día hicieron otros ilustres del Cisne como Rafa Dasilva?
- Si algún equipo de Primera Autonómica considera que puedo estar con ellos... pero en un principio lo de dejarlo ya lo he hablado con mi familia y es firme. Voy a buscar otras cosas, a disfrutar de otra de mis pasiones como es la bici. Voy a tener mi primer mes de septiembre libre desde que tenía 15 años (risas). Por fin voy a descubrir lo que es ir en septiembre de vacaciones.
- ¿Fue muy difícil tomar la decisión?
- Yo desde navidades ya estaba con esa idea en la cabeza. No lo he pasado del todo bien este año, la temporada pasada me rompí el cruzado y aunque la rodilla no me ha dado problemas, sí que he tenido otro tipo problemas. Me ha costado entrar en competición y sobre todo la primera vuelta fue un poco dura. Es cierto que después pude enlazar unos cuantos partidos y he disfrutado del balonmano, pero a la hora de entrenar lo he pasado un poco mal. No he podido darle al equipo lo que me pedía, porque siendo sinceros no he podido enganchar un mes de entrenamientos seguido. Ante esto prefiero ser honesto y dejarlos a ellos para que sigan muchos años ahí.
- ¿La ruptura con el balonmano va a ser absoluta?
- Me acabo de sacar el título de entrenador. Ahora voy a hacer un tiempo de desconexión total y en un futuro no muy lejano espero poder coger algún equipo de chavales cuando tenga un poco más de tiempo y mi niña sea un poco más mayor. En principio no tengo en mente una vinculación inmediata.
- En toda su carrera solo se ha separado una vez de su equipo del alma.
- Sí, salí una temporada a Chapela hace cuatro años porque quería disfrutar de lo que yo pensaba que era una categoría a la que no iba a llegar nunca con el club de mi vida. En Chapela estuve un año jugando en la B, disfruté mucho y conocí a gente y a un club que me encantaron pero tuvimos la mala suerte de descender en el único año que hubo fase de descenso en la categoría. Fue la única vez que salí porque pensé que se había acabado mi etapa allí y mira, al final volví y ascendimos. Decidió seguir otro año y me rompí, después otro más... si sigo así no voy a poder dejarlo nunca.
- ¿Si le pregunto qué es el Cisne para usted, qué me dice?.
- Es parte de mi familia. Del Cisne saco grandísimos amigos y a un "segundo padre" como es el presidente Santi Picallo. Él ha estado tanto en los momentos buenos como en los malos. Al final son tantos años que prácticamente me han hecho vivir la mitad de mi vida allí.
- ¿El club que deja es muy diferente al que llegó?
- La esencia del equipo sigue siendo la misma aunque evidentemente se ha profesionalizado un poco más y el trabajo en la base y en todos los sentidos ahora es más serio.
- ¿Cómo ve al Cisne futuro?
- El futuro está garantizado. Los equipos de la base están jugando en muchos sectores y hay jugadores jóvenes muy buenos que van a las selecciones e incluso entrenan con el primer equipo. El club está apostando por la base, no descender no debe ser una obsesión, el objetivo es formar a más jugadores.
