Faltaba Mario Barco y Añón avisaba en FARO a lo largo de la semana que el resto de futbolistas ofensivos tenían que dar un paso adelante. Y lo cierto es que él lo dio. Añón volvió a completar un encuentro notable, la tónica habitual de su temporada. El atacante coruñés regresaba a Barraña para enfrentarse al equipo del que vistió la camiseta hace tres temporadas. Y el exboirense demostró que sabía como hacerle daño al Boiro. Añón partió en punta de ataque junto a Mateu y su movilidad y velocidad constantes fueron un quebradero de cabeza para la zaga local. El punta fue penalizado por varios fueras de juego más que dudosos y generó algo productivo en todas y cada una de sus acciones ofensivas. Una vez más, Añón fue decisivo.