Con el propósito de dejar atrás la dolorosa derrota del pasado domingo en As Somozas, el Pontevedra dispone esta tarde (17 horas) de un nuevo derbi gallego contra el Coruxo en el que lamer todas sus heridas.

De nuevo en casa, donde apenas están fallando en esta campaña, los lerezanos quieren obtener un nuevo impulso hacia la clasificación para la fase de ascenso a costa de un Coruxo que no está pasando por una línea regular de resultados pero que ya demostró esta campaña que es capaz de conseguir puntos importantes de los campos más complicados. Prueba de ello es la victoria que sacó del Sardinero en la primera vuelta.

Va a ser un partido también de reencuentros. El principal y uno de los más esperados, el del defensa central Alberto Campillo con la que fue su afición en las últimas dos temporadas en las que partiendo desde el once titular pontevedrés, logró cumplir los objetivos de ascenso y permanencia en Segunda B que el Pontevedra había marcado. Campillo visita hoy Pasarón por primera vez y ya advirtió a su exequipo de que el Coruxo no vendría de paseo a la ciudad del Lérez. Los de O Vao pelean todavía por conseguir una plaza para disputar las rondas previas de la Copa del Rey.

En el capítulo de bajas, Luisito hizo llamar ayer tras el entrenamiento a puerta cerrada de Pasarón a toda la plantilla disponible, por lo que únicamente el defensor central Dani Portela causa baja para el derbi por lesión. En cuanto al conjunto vigués, el exgranate Quique Cubas no estará en Pasarón al encontrarse aún recuperándose de su lesión y Jorge Fernández también está ausente al cumplir sanción después de su expulsión del pasado domingo ante el Celta B. Así pues, la única duda está en saber si el excanterano del Real Madrid Rubén estará o no disponible para jugar después de no poder ser de la partida la pasada jornada.

Se espera un gran ambiente en las gradas, tal y como ya ocurrió en los últimos dos encuentros en Pasarón, para que la afición vuelva a llevar en volandas una vez más a los de Luisito en un importante partido en casa. La épica de los últimos triunfos en casa ha ayudado a fidelizar a una hinchada que cada vez está compartiendo más con el equipo esa ilusión de acabar entre los cuatro primeros.

Una victoria dejaría la clasificación matemática para el play off a tan solo cuatro puntos. Una distancia que todavía podría ser más reducida en el caso de que Ponferradina y Valladolid B no hagan sus deberes hoy.