El Poio Pescamar, que este fin de semana juega en Burela un importante derbi gallego ante el Burela Pescados Rubén, tiene ante sí la oportunidad de certificar una temporada histórica en la máxima categoría nacional femenina.

El conjunto que entrena Marcio Santos no deja de crecer año tras año y después de que el curso pasado completasen su mejor temporada con unos registros de 39 puntos y en la novena posición, en esta están a una sola victoria de conseguir superar estas cifras para establecer un nuevo récord propio de puntuación en la Primera División femenina.

A las conserveras les resta por jugar siete encuentros y no han levantado el pie del acelerador en busca de un objetivo tan ambiciosos como impensable a comienzo de liga, participar en la Copa de España toda vez que la Federación amplió este año la participación de cuatro a ocho equipos, dejando las posibilidades más abiertas que nunca.

Pese al aumento en el número de participantes, el Poio nunca antes ha conseguido acabar una campaña entre los ocho primeros clasificados de la liga desde que consiguió el ascenso en el año 2013, por lo que el reto se presentaba cuanto menos como complicado cuando arrancó la competición, allá por el mes de septiembre.

La gran primera vuelta de las de A Seca les ha permitido soñar con que la copa era una posibilidad real y el equipo se muestra más mentalizado que nunca para cerrar una temporada que va camino de ser histórica. En la Copa autonómica ya han logrado meterse por primera vez en la gran final mientras que en liga todo apunta a que superarán con creces su máxima puntuación en lo que resta de liga.

Al Poio le queda por jugar esta campaña contra Burela, Cidade das Burgas, Atlético de Madrid y Alcorcón en su particular Tourmalet de las próxima semanas, para cerrar contra rivales teóricamente más sencillos como Majadahonda, UCAM, Rubí y Rioja.