Sin hacer ruido y hablando con la boca pequeña. Así va avanzando el Arxil en el tránsito de una temporada de la que cada vez está más cerca su final. Y a falta de seis jornadas para el cierre de la liga regular, el cuadro dirigido por Mayte Méndez ha logrado instalarse en una quinta posición desde la que aspira a dar algún susto a los cuatro equipos de cabeza y poder arrebatarles alguna de las plazas que dan derecho a disputar el play off de ascenso a la máxima categoría.

Disputar la postemporada es un sueño, pero el Arxil no se quiere meter presión. Desde las filas arxilistas prefieren seguir manteniendo la filosofía que les ha llevado hasta donde están ahora pese a las numerosas adversidades. Tras un inicio esperanzador, todo pareció truncarse a mediados de la primera vuelta, cuando las lesiones comenzaron a azotar a una plantilla ya de por sí corta. Después llegó la baja inesperada de Waleska Pérez,que dejó al equipo sin una dosis de talento diferencial y zozobrando.

Pero la llegada de Arantxa Mallou directamente desde Portugal cambió la tendencia del bloque pontevedrés. El equipo afrontó de nuevo un tramo del calendario que le había resultado favorable ya en la primera vuelta y los resultados están de nuevo ahí: cinco victorias en los últimos seis encuentros.

Además, pese a la dura derrota contra el Celta Zorka que truncó la racha, el Arxil logró superar en esta ocasión al Cortegada en el derbi provincial. Su victoria ante el tercer clasificado le permitió situarse a dos triunfos del equipo de Vilagarcía de Arousa y a solo uno del cuarto, el Joventut Les Corts, a quien tiene ganado el basket average después de imponerse en los dos partidos.

De cara al fin de semana, el bloque dirigido por Mayte Méndez afronta la visita al Ibaizabal, actual séptimo a tan solo una victoria de las arxilistas. Será un duelo clave para mantenerse en la lucha y distanciarse de un equipo que le pisa los talones y ya le derrotó con dureza (44-66) en el CGTD.