Lo intentó de todas las maneras posibles pero sin suerte ni acierto. El extremo vasco fue el más activo de su equipo en ataque en la primera mitad, esa en la que el Pontevedra contaba con el factor viento a su favor y en la única en la que logró inquietar mínimamente al meta del Izarra, Aitor Navarro. En sus botas estuvo la única ocasión visitante del partido pero su remate se marcó demasiado centrado y no le dio excesivos problema a Aitor. Después de un partido flojo en su debut en Pasarón, el jugador cedido por el Albacete empieza a sentirse más cómodo el sistema de Luisito y ayer fue de más a menos en un estilo de partido que seguramente estará mucho más acostumbrado a jugar al haber militado en el grupo vasco las últimas campañas.