El Pontevedra disputó ayer un partido en el campo municipal de A Estrada en el que lo menos importante era el resultado, sino la recaudación del máximo dinero posible con fines benéficos en favor a las personas con autismo que viven en el centro A Braña, Berres.
Aun así el espíritu competitivo de todo equipo hizo a ambas escuadras ofrecer un duelo de muchos goles en el que cada contendiente se llevó una parte y del que a buen seguro Luisito no se habrá llevado una gran impresión tras ver como al descanso un rival de Tercera División le había metido ya hasta tres goles.
Los granates salieron más enchufados tras el descanso, dispuestos a lavar su mala imagen de los primeros 45 minutos y poco a poco fueron tejiendo una remontada que pudieron culminar en el descuento, cuando ya el partido parecía que iba a finalizar en victoria santiaguesa. Abel acortó distancias a los 20 minutos de la reanudación y Miki, ya en la recta final subió el 2-3 al electrónico para poner emoción a un final que todavía depararía el empate definitivo, obra Adrián Mouriño.