Esta mañana arranca en Pontevedra el campeonato de Galicia de Invierno absoluto con más de 320 nadadores de toda la comunidad autónoma representando a sus 24 clubes durante tres días de competencia sana a doble jornada mañana y tarde.

Después de los grandes resultados cosechados por algunos de los nadadores gallegos que acudieron la semana pasada a Sabadell para competir en el campeonato de España de piscina corta, el autonómico toma ahora el relevo en las aguas de la piscina olímpica del complejo deportivo Rías do Sur, en Pontemuíños hasta el próximo viernes.

El alto nivel competitivo está garantizado al llegar la mayor parte de los participantes en un óptimo nivel de forma, encarando la recta final de la fase invernal de campeonatos antes de dar el salto a la piscina larga.

Esta prueba se desarrollará por lo tanto en 25 metros y en ella competirán las dos últimas sensaciones gallegas tras el nacional, la pontevedresa Águeda Cons y el coruñés Sergio Campos, futuros candidatos en firme a estar presente en la próxima cita olímpica. Junto a ellos también estarán en Pontevedra las dos nadadoras olímpicas que en estos momentos tiene Galicia en activo, María Vilas y Bea Gómez Cortes, si bien en el caso de estas últimas sus problemas físicos arrastrados durante el año les impedirán llegar a la cita en las mejores condiciones físicas. Pese a todo, la calidad y alto nivel que se les presupone hace de ellas candidatas y favoritas a las medallas.

El campeonato fue presentado ayer por el presidente del Club Natación Galaico, José Miguel Cano, la diputada de deportes Chelo Besada, el presidente de la Federación Gallega de Natación Carlos Touriño y un representante de la empresa Sidecu, gestora de las instalaciones deportivas que ha hecho posible que la prueba pueda llevarse a cabo al reubicar y cancelar las numerosas clases que entre el 28 y el 30 tenían previstas en sus piscinas.

El Galaico tuvo que organizar esta competición en tiempo récord y con apenas margen de maniobra pues el calendario anual autonómico elaborado a comienzos del curso situaba el autonómico en Santiago de Compostela. Finalmente un problema de horarios hizo imposible albergar el evento en la capital y la Federación pensó en Pontevedra y en el Galaico para poner una rápida solución al conflicto, descartando así tener que permutar las fechas al ser estas las más adecuadas por nivel de forma y disponibilidad de los deportistas para competir por ser los mejores nadadores de Galicia.