A la plantilla del Peixegalego le tocará seguir remando estas fiestas sin apenas tiempo para disfrutar de las fechas en familia. La configuración de la LEB Oro, que este verano amplió la liga con dos equipos más, hace que la competición no pueda detenerse al final del año para ningún equipo.

Así, mientras las ligas de balonmano o de fútbol hacen una parada de dos semanas o incluso la segunda categoría femenina de baloncesto dirá adiós al deporte por unos días, los miembros de la LEB Oro están obligados a jugar dos partidos más después de este fin de semana en el que se detienen la mayor parte de las competiciones domésticas.

De esta forma, tras el partido de este sábado a las 18.15 horas en el Prat, los marinenses todavía tendrán dos cruces más por delante antes de cerrar el año. El primero 3 días después del encuentro en Cataluña ante el TAU Castelló y el segundo y con el que despedirán el año el día 30 de diciembre, en San Sebastián ante el recientemente descendido desde liga ACB, Retabet Guipúzcoa.

Especialmente importantes son las dos próximas jornadas para los de Javi Llorente, donde se juegan buena parte de sus posibilidades de permanencia ante dos rivales directos. Prat y Castelló tienen en estos momentos dos victorias más que los azules y el Peixe no se puede permitir un tropiezo que los aleje todavía más en su lucha por la permanencia en un momento en el que el equipo ocupa puestos de descenso directo. Las estadísticas no juegan en contra de los azules, pues las tres victorias hasta ahora conquistadas por el Marín han sido contra equipos de la zona media-baja de la tabla.

Jason Cain

Otro de los problemas con los que el Peixegalego se puede encontrar en estas fechas es la posibilidad de que uno de sus referentes en la pintura como Jason Cain pueda poner fin a su etapa en A Raña.

Por el momento no ha trascendido ninguna oferta ni interés alguno por el norteamericano, pero el jugador firmó este verano un contrato con una cláusula de salida mediante la cual a partir del 22 de diciembre tiene la posibilidad de firmar por un equipo de superior categoría en el caso de que le presenten una oferta y siempre avisando con un margen de 10 días de antelación. Esta incertidumbre de cara a una posible fuga del talento de Philadelphia se prolongará hasta el 28 de febrero ya que en caso de no hacer efectiva su intención de marcharse antes de esa fecha, el jugador tendría contrato garantizado hasta fin de campaña.