No pudo ser. El Cisne compitió durante todo el encuentro en la difícil pista del Amenabar, pero se quedó a las puertas de traerse al menos un punto para Pontevedra desde Zarautz.

El bloque local llevó siempre el peso del partido, pero el Cisne, más desacertado en ataque de costumbre, logró mantener el paso durante todo el partido.

Pese a que el equipo locatario logró imponer una ventaja de cuatro goles (20-16) en el ecuador de la segunda mitad, el Cisne siguió remando y llegó a los últimos cinco minutos a tan sólo un tanto (23-22). Amenabar estuvo más acertado y acabó privando a los pontevedreses de un buen resultado.