Partido sin mucha historia el que enfrentó ayer al Quesos Cerrato y al Peixegalego (94-61). Conseguir ganar en Palencia, en la pista del vigente campeón de liga y copa en LEB Oro, era una tarea más que complicada para los de Javi Llorente y así se encargó de demostrarlo el cuadro local desde bien entrado el primer cuarto, cuando se puso por delante en el electrónico y empezaron a poner distancias en el marcador para evitar cualquier especulación con el resultado.

Los marinenses comenzaron dominando en el electrónico gracias a su acierto en los primeros minutos y a un enchufado Andrés Miso, autor de diez puntos en el primer cuarto, pero los reajustes defensivos locales consiguieron contrarrestar en poco más de cinco minutos el parcial de 2-10 de arranque y los palentinos enseguida dieron la vuelta a la tortilla para irse con ventaja (20-13) al segundo periodo aprovechándose de unos momentos de inoperancia ofensiva peixiña en la que no conseguían terminar sus jugadas.

Los segundos diez minutos de juego fueron un recital anotador local, que anotó 32 puntos para dejar el choque visto para sentencia, dejando definitivamente el encuentro finiquitado. El Palencia saltó a la pista como un vendaval y pronto abrió una brecha prácticamente insalvable de quince puntos (30-15) que los marinenses apenas consiguieron rebajar. Las referencias en ataque del vigente ganador de liga, David Rodríguez, Urko Otegui y Zamora fueron demasiado para una defensa gallega que no encontró forma de frenar la sangría rival.

La segunda parte se convirtió en unos interminables minutos de la basura para un Peixegalego que apenas consiguió reducir la barrera de los 20 puntos en un par de ocasiones y que se encontró a merced de un gran equipo que no levantó el pie del acelerador en ningún momento e incluso amplió su castigo hasta un máximo de 34 puntos de ventaja (89-55).

Además del potencial de un rival de "otra liga". El mal porcentaje desde la línea de triple (4 de 21) y una mala noche en la captura del rebotes fueron los factores más determinantes para la abultada derrota del bloque de A Raña.