El Cisne Colegio Los Sauces sigue demostrando que nadie le puede plantar cara en casa y ayer tumbó al Covadonga en el CGTD en un partido que dominó desde prácticamente el comienzo. El guardameta y capitán del equipo Toño Lafuente fue la pieza clave que permitió la victoria con una actuación estelar en la que su porcentaje de paradas estuvo cerca del 50%.

El Covadonga empezó mandando en el marcador en los primeros cinco minutos pero sería solo en estos instantes en los que se vio por encima. En cuanto el ataque del Cisne empezó a carburar y el portero local de la primera mitad Pablo Galán se puso a parar, el encuentro ya solo tuvo un color; el blanco.

El empuje de Guille Rial en los primeros compases y el acierto cisneista en el disparo lejano hicieron que los pontevedreses jamás se volvieran a ver por detrás en el marcador desde 5-4. Los de Jabato llegaron incluso a poner una distancia máxima de cuatro goles (14-10) para irse a los vestuarios con clara ventaja (17-14).

Los asturianos estuvieron bastante mejor en la segunda mitad pero fue ahí cuando se dieron de bruces contra el auténtico protagonista del choque. Toño Lafuente fue una auténtica pesadilla para los goleadores rojos y detuvo hasta nueve disparos claros para ayudar a sus compañeros a conquistar la victoria.

Pese al gran partido del meta local, el equipo de Gijón llegó a igualar la contienda (18-18), pero tres paradas consecutivas de Lafuente que fueron bien aprovechadas con sendos goles blancos pusieron el partido muy de cara para el Cisne ante un rival desquiciado que jugó buena parte del último cuarto de hora del encuentro en inferioridad numérica. Los de Jabato hicieron valer esa ventaja de tres goles hasta el final y el Cisne conquistó así su cuarta victoria de la temporada.