El técnico de la Ponferradina, Pedro Munitis, aseguró ayer que, aunque parezca "una paradoja", le gustó más su equipo en la segunda parte cuando recibió los goles del Pontevedra que los 45 minutos iniciales. Fue una primera parte "muy igualada y disputada en la que predominó el juego directo".

Luego, el inicio de la segunda mitad fue "muy accidentado para nosotros con el penalti y el gol en contra y eso nos dificulta todo un poco más, el Pontevedra se repliega, junta líneas" y pese a ello su equipo tuvo "paciencia, hemos movido la pelota, hemos tenido aproximaciones y alguna que otra ocasión ante un equipo replegado y eso lo dificulta". Al final, "los pequeños detalles en un partido tan igualado y en un campo tan difícil como este son los que decantan la balanza hacia un lado o hacia otro".

Munitis no quiso entrar a valorar al árbitro, "unas veces se equivocan para un lado y otras veces para otro". "Sabemos que cuesta mucho ganar un partido y esto sirve para darle valor a lo hecho anteriormente", señaló tras la racha positiva que traía la Ponferradina. "Ahora es cuando necesitamos los unos de los otros, va a ser así, el equipo va a levantar cabeza" y reconoció que el Pontevedra era el que se esperaba: "Un equipo muy bien armado, con un delantero que domina muy bien el juego directo", un "equipo competitivo, duro, que pone las cosas muy difíciles al adversario y esto es lo que nos hemos encontrado".