En Pontevedra esperaban que el más que evidente resurgir de la Ponferradina tardase en llegar lo menos posible, pero este ya es una realidad previa al cruce entre granates y bercianos de este domingo que pone la cuarta plaza en juego.

Con un presupuesto por encima de la media, el más alto del grupo, debido al seguro de descenso de Segunda División, la Ponferradina ya no es un gigante dormido y este domingo pondrá a prueba hasta dónde llega la fortaleza del Pontevedra en casa luego de seis victorias en seis partidos.

Será un verdadero choque de trenes. Por un lado al mejor local de toda Segunda B, el único equipo que contabiliza en este arranque todos sus partidos como locales por victorias. Por el otro un conjunto que en las últimas semanas y tras el relevo en su banquillo, ha encadenado tres triunfos seguidos en los que no ha encajado gol y ha logrado batir a rivales de la talla del Rácing de Santander o el Celta B, ambos verdugos del bloque pontevedrés en las primeras jornadas.

Pedro Munitis lidera un plantel plagado de jugadores con experiencia en superior categoría y que tras un inicio complicado, ya se muestra perfectamente conjuntado y capaz de vencer a cualquier rival.

Jugadores compartidos

No han sido muchos los jugadores que han cambiado Pontevedra por Ponferrada en los últimos años pero los pocos que lo han hecho sí han sido especialmente significativos.

El primero en pasar de la capital del Lérez al Bierzo fue el extremo vasco Asier Salcedo, uno de los integrantes del equipo granate que consiguió el ascenso a Segunda bajo las órdenes de Jose Aurelio Gay para después formar parte del club en la división de plata. Tras el descenso, Salcedo hizo las maletas y cruzó la frontera gallega para enrolarse en una Ponferradina en la que volvió a repetir el mismo proceso que en Pasarón. Ascenso a Segunda B y posterior año en Segunda. Curiosamente el centrocampista volvería a pasar por el mismo proceso en el Real Unión de Irún.

El otro nombre propio al que todo el mundo le viene en la cabeza si piensa en el nexo de unión entre Ponferrada y Pontevedra es el de el brasileño Yuri de Souza. Tras aburrirse de marcar goles en suelo lerezano y frustrado por darse de bruces una y otra vez en la fase de ascenso, el delantero cambio el granate por el blanquiazul y echó raíces en un club en el que jugó durante siete temporadas antes de emigrar al fútbol chino.