Le costó bajar al barro después de una temporada en Liga Asobal, pero el Teucro ya comienza a mostrar sus credenciales de equipo aspirante al ascenso. El conjunto dirigido por Quique Domínguez se ha acostumbrado a su nuevo rol y ya acumula cinco encuentros consecutivos venciendo en la División de Honor Plata.

El agónico triunfo ante el Cisne en el Derbi del Lérez sirvió para que el bloque teucrista volviese a demostrar que también domina los partidos igualados en los que hay que sufrir para ganar. La racha negativa de 16 meses sin vencer a domicilio parece ya un mal sueño lejano entre las filas teucristas.

El equipo comenzó perdiendo en las dos primeras visitas de liga, pero todo cambió el 1 de octubre. Después de superar ese día en Copa del Rey al Amenabar, el conjunto pontevedrés no ha hecho más que ganar lejos de su casa. Venció luego en liga al Torrelavega y, de nuevo, ante el Amenabar en Zarautz. Entremedias, Tolosa y Nava cayeron en terreno teucrista antes que el Cisne. En Pontevedra, nadie ha podido todavía rascar ni siquiera un empate, al margen del Sinfín en Copa del Rey.

Ahora, el Teucro se sitúa ya en puestos de promoción de ascenso. Es cuarto, con 12 puntos. Tan solo esas dos derrotas iniciales fuera de casa le penalizan de cara a aspirar a una primera plaza que, de momento, está cara y que garantiza el ascenso automático a Asobal. Dejando al margen del Barcelona B, que no puede aspirar a la élite por su condición de filial, Palma del Río destaca en la cabeza con 16 puntos, cuatro más que los teucristas.

Mientras, el equipo lerezano mira a sus perseguidores ya desde el retrovisor. Bordils es el primer equipo fuera de play off, con ocho puntos. Son cuatro menos que la escuadra pontevedresa.

Es la octava jornada y todavía quedan 22 por disputarse, pero el Teucro se ha acostumbrado a ganar y ya mira con optimismo el futuro, sabiendo que está en la línea a seguir.