Después de una maratoniana jornada de combates en la que más de mil trescientos competidores abarrotaron el Pabellón Príncipe Felipe, ayer la décimo novena edición del Open Internacional de taekwondo Cidade de Pontevedra bajó el telón con las siempre vistosas pruebas de técnica y sobre todo de freestyle, donde ya el número de participantes era sustancialmente más reducido que en la primera jornada del sábado.

Por la tarde los presentes en el pabellón pudieron deleitarse con las exhibiciones que les tenían preparadas y que pusieron la guinda a un campeonato al que no se le conoce techo.