Lo tuvo en su mano el Club Cisne Colegio Los Sauces, pero la victoria se le escapó en los últimos minutos (30-32) después de presentar batalla y hacer temer con la derrota a un Ciudad Encantada que no fue superior y que en muchas ocasiones se vio superado por el empuje y la garra de los pontevedreses.

Mucha igualdad y respeto en la primera mitad entre ambos equipos. En unos primeros 30 minutos de mucha alternancia en el marcador, las guardianes de las porterías fueron protagonistas y grandes responsables de que el electrónico al descanso no fuese más abultado.

Así arrancó el choque, parada de Kilian para Cuenca y rápido contragolpe visitante para tratar de amedrentar a un Cisne que enseguida encontró en Chapela y Pombo la opción de remontar, con la primera intervención de Toño Lafuente de por medio. El meta cisneísta contabilizó hasta 6 paradas de mérito en esa primera media hora de juego antes de dar el relevo a Galán para la segunda parte.

Al descanso el duelo se fue con 12-13 favorable a Ciudad Encantada y una enorme parada con el pie de Lafuente en los últimos segundos que impidió al cuadro de Asobal irse a los vestuarios con una mayor ventaja.

Si Lafuente fue el nombre propio del primer periodo, Menduiña lo fue el del segundo. Nada más comenzar, un parcial de tres goles a cero que llevó su firma hizo soñar al Cisne con la victoria y venirse arriba a un pabellón que jamás dejó de jalear a los suyos en lo que restó de encuentro.

Los conquenses fueron quienes de devolver el parcial para ponerse por delante, pero en cinco minutos mágicos en los que el bloque de Javier Fernández "Jabato" se aprovechó de estar en superioridad numérica, los blancos se sacaron de la chistera otro nuevo parcial de 5-0 para irse tres goles arriba (25-22) a los diez minutos finales.

Fue entonces cuando el técnico visitante paró el partido con un tiempo muerto que sirvió para templar la mente de los suyos y frenar el rodillo cisneista. A partir de ahí los conquenses hicieron valer el mayor oficio de un equipo de Asibal, minimizando al máximo sus errores y acertando en prácticamente todos los lanzamientos de los que dispusieron hasta el final.

A falta de minuto y medio y con empate (29-29) en el marcador, Vidal consiguió adelantar a Ciudad Encantada y una pérdida de balón en ataque de los pontevedreses dio la oportunidad a los visitantes de hacer la puntilla en el último minuto. Rial acortó distancias (30-31) pero Cuenca fue capaz de dormir los últimos segundos y sentenciar a pesar de los gritos de todo un pabellón reclamando pasivo.