Partido fundamental para las aspiraciones de salvación del Marín. Pese a estar todavía en la jornada 5, el conjunto marinense disputa hoy a partir de las 18 horas a un choque que puede marcar a final de temporada. Los pupilos de Javi Llorente se miden al Sáenz Horeca Araberri Basket, el otro ascendido desde LEB Plata el curso pasado y, por tanto, rival directo por la permanencia en la segunda división del baloncesto nacional.
El bloque peixista visita Vitoria con ganas de resarcirse del partido ante Palma Air Europa del pasado martes. Varios de sus jugadores clave, quizá penalizados físicamente por el partido con dos prórrogas que disputaron en Huesca, no rayaron a la altura de su nivel. Y el desenlace fue una derrota dolorosa. Ahora, los Cain, Derksen, Miso y compañía quieren dar un nuevo paso adelante y sumar su segundo triunfo consecutivo a domicilio.
Aunque no lo tendrán fácil ante un Araberri que al igual que el Marín cuenta con dos victorias, pero con la diferencia de que ambas las ha logrado en su pista. Primero TAU Castelló (87-76) y luego Club Melilla Baloncesto (93-84) sucumbieron frente a un conjunto que tiene en los jugadores extranjeros su gran arma.
Poderío exterior
El asturiano Arturo Álvarez tiene a su disposición a dos de los mejores anotadores de la liga. El jugador con mejor promedio es Tim Derksen (22,75 puntos por partido), pero muy de cerca le siguen el escolta americano Zaid Hearst (18) y el base griego Epameinondas Papantoniu (16,7). A ellos se le une el también exterior canadiense Johnny Berhanemeskel (12,75), lo que demuestra que el poderío del cuadro vitoriano pasa por su línea exterior. Precisamente la zona que flojeó en las filas peixistas ante el Palma.
Completan el quinteto inicial más habitual de Álvarez otros dos jugadores foráneos. Como ala-pívot el serbio Nikola Cvetinovic, que promedia 11,8 puntos. El "center" de partida suele ser Kyle Rowley, el trinitense y ex de Leyma Coruña.
De este modo, el Peixe tendrá que jugar con el hándicap de saberse teóricamente inferior en la línea exterior y tratar de imponer su juego en ataque para cerrar también huecos en defensa.
El curso pasado, el Marín ya se llevó un sufrido triunfo por 80-82 del Polideportivo Mendizorroza. Pero aquel encuentro poco tendrá que ver con el de hoy. Ambas plantillas han cambiado mucho en tan solo nueve meses. Y ahora, las necesidades son otras.