Falta una semana para el derbi pontevedrés, pero el Cisne sabe que lo que prima es el encuentro de hoy ante el Club Handbol Bordils. El conjunto lerezano recibe la visita esta tarde a partir de las 18 horas de un cuadro gerundense que llega a Pontevedra en una tendencia contrapuesta a la del equipo local.

El Cisne pretende vencer para afrontar el encuentro de Copa el martes y el del Teucro, el sábado, con una moral más elevada. Tras un gran inicio, en el que los pupilos de Jabato se colocaron en la zona noble de la clasificación, tres derrotas consecutivas han hecho que el equipo baje puestos en la tabla y se sitúe cuarto por la cola. Una posición que no hace justicia a la imagen del bloque cisneísta, capaz de vencer en dos de sus tres encuentros en casa y que tan solo sucumbió en la segunda parte ante el poderoso Barcelona B.

Pese a ello, los números son los números y el Cisne sabe que debe hacerse fuerte como locatario. En esta tesitura el partido ante el Bordils cobra una importancia vital, no tanto por la necesidad de puntos a estas alturas de la temporada, sino para confirmar que el equipo ha dado un paso adelante este curso.

En alza

No lo tendrá fácil ante un Bordils que llega a Pontevedra después de haber conseguido sus dos primeras victorias del curso en los últimos diez días. Tras ser incapaz de vencer a Covadonga, BMC, Tolosa y Torrelavega (dos empates y dos derrotas), un triunfo en Nava y otro contra Amenabar han permitido que el conjunto catalán se haya instalado en media tabla, justo donde terminó el curso pasado sin pasar apuros.

De este modo, el Cisne tratará de volver a vencer en el CGTD, el único lugar en el que ha ganado, y dejar atrás las derrotas ante el Alcobendas, Barça y Palma del Río. Inmerso en la parte más dura de su calendario, el equipo cisneísta tratará de hacer vibrar de nuevo a su afición y, posteriormente, ya sí soñar con hacer algo grande en la Copa del Rey y el Teucro.