El Racing de Ferrol salvó un punto tras un penalti más que dudoso. Joselu marcó la pena máxima que permitió a los de Michel Alonso al menos no perder el partido. El encuentro tuvo fases diferentes y con dominio alterno. Bien es cierto que las mejores ocasiones fueron para los locales, que no merecieron perder ni mucho menos. Además los departamentales dominaron casi por completo el partido durante la segunda mitad.

El encuentro no gozó de mucho ritmo. Ambos equipos buscaron la portería desde el primer minuto de juego, aunque sin demasiada profundidad en sus acciones ofensivas. No hubo muchas ocasiones de gol. El Burgos, bien situado en facetas defensivas, hizo que el rival no se encontrara cómodo en ningún momento y en el minuto 15 se adelantó en el marcador. Fue tras un genial lanzamiento de falta directa de Prosi desde la frontal. Quizás el portero pudo hacer algo más para detener la acción. Lo cierto es que dejó excesivo espacio por el lado por el cual entró el esférico.

Tras encajar el gol los verdes fueron haciéndose con la posesión, y en momentos puntuales dieron sensación de peligro en alguna que otra acción individual o con balones metidos entre líneas, pero que en ninguno de los casos terminaban como acciones de gol.

En la reanudación, tras unos primeros minutos de empuje del Racing, el encuentro entró en una fase de ida y vuelta con llegadas de ambos a las áreas contrarias. En el 67 el árbitro sanciona con penalti una acción de Aurreko en el uno contra uno con Joselu. Lo cierto es que en directo sorprendió la decisión. Joselu lanza la pena máxima y empata el partido.

En los minutos siguientes y espoleados por el gol del empate los aficionados, el Racing intentó irse arriba para completar la remontada, aunque sin argumentos ofensivos. El Burgos estuvo siempre muy concentrado atrás y no concedió esa última ocasión que los locales ansiaban.