Un acto para ser recordados por el mérito de acudir a unas Olimpiadas, pero también por todo el sacrificio que hay detrás de cada uno de dieciséis de los grandes deportistas de la provincia. La Diputación quiso poner en valor los méritos de esta especie de "semidioses" por su capacidad de lucha, constancia y talento. Y por ello, organizó un acto donde lo importante era echarse las mínimas flores posibles y mostrar el máximo respeto y reconocimiento a aquellos que son "un ejemplo para la sociedad".

Porque "semidioses" y "ejemplo" fueron las palabras más repetidas por la presidenta del ente provincial, Carmela Silva, durante el evento organizado ayer en el salón de plenos del pazo pontevedrés. Fernando Alarza, Juan Antonio Saavedra, Fernando Echávarri, María Bernabey, Támara Echegoyen, Sebastián Rodríguez, Rodrigo Germade, Marín de la Puente, Teresa Portela, César Neira Pérez, Óscar Carrera, Gustavo Nieves, Frank Casañas, Agustín Alejos, Jean Marie Okutu y Susana Rodríguez no se merecen menos.

Ellos fueron los representantes de la provincia de Pontevedra en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016. Lo de menos fueron las medallas o los diplomas. Ser olímpico ya es una demostración de profesionalidad, calidad deportiva y sacrificios absolutos. Era el momento para que todos conociesen que Sebastián Rodríguez "Chano" acumula ocho medallas en la natación de Juegos Paralímpicos, que Jean María Okutu es "el mejor saltador de longitud" de toda España, que Teresa Portela cuenta con cuatro diplomas olímpicos en 16 años al máximo nivel o que César Neira no es menos por haberse quedado en Río de Janeiro sin repetir los dos metales que consiguió en el 2008 en Pekín.

Muestra itinerante

Por ello, como muestra de cariño y admiración, la institución preparó unos paneles con todos y cada uno de los logros de los 16 deportistas pontevedreses presentes en Río que se trasladarán a lo largo de todos los ayuntamientos para que "las 900.000 personas que viven en la provincia les recuerden siempre, no solo después de unos Juegos".

Es una forma de "gritar pacíficamente pero bien alto que los sueños pueden cumplirse", como ilustró Silva, porque el deportista profesional es "un ejemplo de lo que se debe mostrar a la sociedad". Ahora son ellos, los protagonistas, los que tienen el "compromiso social" de demostrar a los demás que "no hay nada inalcanzable", como destacó "Chano" y hacer caso a una Portela que resaltó el deporte como un ejercicio de "salud y educación".