El Pontevedra pecó de temeroso en Barreiro. Asumió pocos riesgos y entró en una dinámica negativa que acabó por agazaparle y diluir por completo su fútbol, afectado por un partido en que todos se conocían demasiado. Tampoco las dimensiones del terreno de juego favorecieron a los de Luisito. Es lo que creen los analistas futbolísticos consultados por FARO, quienes coinciden en señalar que será una temporada en la que habrá que tener paciencia y "los pies en el suelo".

"El miedo guarda la viña. El Celta con uno menos no quiso arriesgar y al Pontevedra le faltó un punto de riesgo como para no tener miedo a un segundo gol y buscar el empate", explica quien es uno de los nombres más reconocidos del conjunto granate y actual ojeador del Villareal en Galicia, Belarmino Alonso, "Milucho". El exjugador y exentrenador del Pontevedra cree que sobre el césped se encontraron dos equipos que se conocen mucho y ambos entrenadores estaban esperando el error del rival para tomar una decisión.

Similar opinión expone uno de los hombres que mejor conoce el campo de Barreiro, el exjugador del Celta B y en la actualidad representante de futbolistas, Francisco José Villaverde, "Villa". "A veces el hambre de ganar te lleva a perder. Mucho equipos hilan ahí, sobre el filo de la navaja, pensando que si van a por el partido les pueden pillar en el contraataque. Creo que el Pontevedra dejó pasar demasiados minutos para ir a por el partido. Lo quiso trabajar sin prisa y el resultado se le echó encima", señala Villa.

Villa remarca, además, que las características de Barreiro reducen la incidencia de una inferioridad numérica. "Al Celta B se le hubiese hecho muchísimo más complicado si le hubiesen expulsado uno en Pasarón. Pero es que en Barreiro casi juegas igual con once, que con diez. Los espacios son muy reducidos y no se ven muchos fallos porque tienes al compañero al lado para las ayudas". La expulsión, paradójicamente, perjudicó a la escuadra granate porque invitó a los locales a arroparse más y cerrar cualquier posibilidad de progresión, comenta.

"Muchas veces parece que el equipo que se queda con superioridad sale ganando, pero el Celta B se organizó muy bien con dos líneas de cuatro que el Pontevedra no fue capaz de pasar. La impotencia a medida que pasaban los minutos les hizo mella", señala el excentrocampista del Pontevedra, presente también en Barreiro, David Pérez.

Los jugadores de Luisito arriesgaron poco en lo colectivo y en lo individual. Superar la organización de los celtiñas exigía, para Milucho, más acciones de uno contra uno, hombres que se atrevieran a encarar a su marca. "El Pontevedra buscó muy poquitos unos contra uno en ataque y eso dio opciones a la defensa del Celta B a que las ayudas defensivas llegaran y no les crearan problemas".

Falta de soluciones

"Da igual perder por uno que por tres", indica Milucho al señalar que la entrada de Mouriño pudo producirse antes, aunque eso significara exponerse más desde el punto de vista defensivo. Luisito era consciente de elementos como este cuando, cree Milucho, salió en rueda de prensa a cargar contra sus propias decisiones. "Me equivoqué en los cambios. Solo hay un culpable, que soy yo", lamentaba el entrenador granate. Pero lo que hizo "le honra como profesional y como responsable del banquillo del Pontevedra", matiza Belarmino Alonso.

Así, dice que con sus declaraciones no solo identifica un error, que podrá subsanar por haber reconocido, sino que protege al vestuario.

"Es como una familia. Luisito lleva años trabajándolo así y le da resultado. Una cosa es lo que el futbolista y su entrenador hablan dentro del vestuario y otra lo que dicen hacia fuera. Me parece fenomenal que Luisito los proteja y asuma su culpa y luego cogerá a los cuatro o cinco que considera estandartes y les dirá que tienen que ser un poco más ambiciosos", matiza Villa.

David Pérez encontró cierto atasco en el juego ofensivo. La suma de jugadores de este perfil no aportó demasiado. "Fue acumulando gente en ataque y no siempre por meter más gente en ataque vas a generar más ocasiones".

Los pies en el suelo

Los tres hombres de fútbol apuntan a una misma idea. El Pontevedra y su afición deben ser conscientes de que el conjunto granate es un buen equipo, pero los demás también se han reforzado. Así, sus opiniones convergen para señalar a una potentísima Cultural Leonesa, apoyada por capital catarí o la aparición de un Izarra muy competitivo. Creen que la entidad de Lupe Murillo debe seguir trabajando con calma y paciencia.