Si algo han destacado muchos de los integrantes de este vestuario es la unión reinante entre ellos. Ayer tuvieron la oportunidad de demostrarlo antes de que comenzara el partido. Todos los futbolistas granates saltaron al terreno de juego con una camiseta de apoyo a Iker Alegre. Sobre el fondo blanco las letras negras decían "Ánimo Iker". Gonzalo, quien perdió ayer a su hermano, era otra de las cuentas pendientes. Por eso el estadio entero guardó un minuto de silencio y sus colegas de equipo posaron con una pancarta con la que quisieron enviar fuerza a su compañero. Dos bonitos gestos sobre el césped de Pasarón que reflejan el clima interno del vestuario del Pontevedra.