La peor noticia de ayer para el Pontevedra podría no ser la derrota, sino una lesión, la de Iker Alegre El lance producido al filo del descanso hace temer que el extremo pueda estar de baja varios meses. Su rodilla dijo basta en una de esas acciones en solitario que suelen ser mala señal y tuvo que ser retirado en camilla. Es la segunda lesión del asturiano, que ya se perdió la primera jornada de liga por un esguince, también de rodilla, que le apartó del césped tres semanas.