El Pontevedra cayó por dos goles a cero en su visita a los Campos de Sport del Sardinero. El conjunto granate no pudo puntuar ante el Racing de Santander en un encuentro que nunca tuvo de cara y que supone su primera derrota de la temporada, tras cosechar un empate y una victoria en las dos primeras jornadas de liga. Además, el mazazo del resultado no fue el único: Se lesionó Iker Alegre, que fue retirado en camilla.

El Racing salió a por el partido desde el minuto 1 con la presión muy alta y ahogando la salida de balón del equipo de Luisito. Así, la primera llegada de peligro fue para el Racing con un disparo de Heber que se fue desviado de la portería de Edu. Después fue el Pontevedra quien se acercó a la portería de Crespo mediante una trenzada jugada que finalizó Iker Alegre con un disparo raso que no terminó de sorprender al meta del Racing. Ambos conjuntos parecían dispuestos a brindar un partido entretenido en el Sardinero.

Sin embargo, poco aguantó el Pontevedra con el resultado inicial. Y es el que el Racing abrió pronto la lata con un gran disparo de Coulibaly desde la frontal del área que se coló por la escuadra del meta gallego. Inapelable lanzamiento del senegalés y el 1-0 en el minuto 9.

El Pontevedra continuó con la misma predisposición tras el tempranero gol en contra. Los de Luisito siguieron intensos, intentando presionar al Racing que mediante balones largos y rápidas contras se zafaba de la presión de los gallegos. Con todo, el Racing era dueño y señor del partido, teniendo controlado a un Pontevedra que con el paso de los minutos le costaba más mantener el ritmo impuesto por los cántabros. Luisito no lo vio nada claro y preparó el primer cambio del Pontevedra con media hora de partido, un volantazo ofensivo que dio entrada a Mateu por Portela, delantero por defensa.

La apuesta funcionó y los granates empezaron a llegar a la portería de Crespo de manera posicional, no lo hacían con demasiado peligro pero, al menos, llegaban. La movilidad de Mateu y Barco creó confusión a los zagueros cántabros. El técnico local, Ángel Viadero, se mostró confuso ante el cambio y la posición del equipo gallego en el terreno de juego hasta el punto de haber conseguido quitarle la posesión al Racing.

La llegadas de los laterales a línea de fondo creaban bastante peligro al Racing, que dudaba sobre cómo frenar las acometidas del Pontevedra. En los mejores minutos gallegos, se dio una llegada de Miguel Loureiro a línea de fondo cuyo centro se envenenó y a punto estuvo de colarse en la portería de Crespo. Antes del descanso, la nota más negativa: Iker Alegre salió lesionado tras un mal giro en su rodilla derecha. El atacante granate salió del terreno de juego en camilla arropado por los aplausos unánimes del público de El Sardinero.

Ahí finalizó una primera mitad donde el Racing y Pontevedra habían mostrado sus cartas, con presión y salida de balón rápida al área contraria.

Pero la segunda mitad empezó de la peor forma posible para los visitantes, con error defensivo y penalti para el Racing. Un desajuste de los de Luisito y una falta muy clara a Heber hizo que el colegiado no dudara en pitar y Aquino trasformara la pena máxima para poner el 2-0 en el marcador. El gol del Racing dejó tocado al equipo gallego. Aún así, lo intentaba el Pontevedra por mediación de Añón; el hábil extremo gallego se hacía hueco y tras driblar a Mikel lograba disparar pero Crespo atajaba la pelota. En la siguiente jugada y tras saque largo del portero Aquino estuvo a punto de lograr el tercero al rematar un buen centro de Julen.

El Pontevedra intentaba meter el miedo en el cuerpo al Racing, que tras el gol de Aquino se acomodó y buscó la contra de manera descarada, dejando la posesión para los gallegos.

Los de Luisito se quitaron la presión de encima y buscaron la portería de Crespo sin temor a recibir un tercer gol en una contra. Una buena jugada entre Álex, Mateu y Barco a punto estuvo de poner el 2-1 en el marcador teniendo que intervenir Crespo con una buena parada. De ahí al final, confirmar lo ya sabido y poco más.