El Boiro continúa pagando la falta de acoplamiento a la categoría y ayer, ante el Osasuna B, perdió su segundo partido como local. El conjunto que entrena José Manuel Mateo realizó un encuentro muy serio en defensa, impidiendo que los jugadores de más calidad del cuadro boirense se sintieran a gusto, y estuvo acertado en ataque, sobre todo a la hora de asestar un gol psicológico a su rival en la última jugada del primer periodo.

Aunque fue mejor en el primer acto el filial rojillo, el marcador lo pudo inaugurar Jorge Cano, cuyo remate se estrelló en el travesaño. A renglón seguido Nuha pudo empatar de no mediar una buena intervención de Pato.

El balón iba de un área a la otra, en un arranque de partido muy vistoso e intenso por parte de ambos equipos.

El equipo osasunista, pese a la lesión de Perea, consiguió imponer su fortaleza en el centro del campo y cerró todas las vías de acceso del rival a la meta de Álvaro, que apenas tuvo trabajo y lo resolvió con la misma solvencia que sus compañeros a la hora de crear el cortocircuito en la creación de juego local.

La movilidad de Kike Barja y los desmarques de Nuha, bien secundados tanto en el juego asociativo como en el fútbol en largo, no encontraron el premio del gol hasta la última jugada del primer tiempo, en el minuto que el colegiado dio de compensación por la lesión de Perea. Nuha se llevó un balón que Kike Barja transformó en gol después de driblar a Catú y batir por bajo a Pato.

El gol, como el encajado justo antes del descanso de la prórroga el pasado miércoles en Copa contra el Guijuelo, dejó muy tocado al Boiro, que no mejoró los cambios que fue introduciendo Fredi Álvarez durante el segundo tiempo.

La buena disposición del equipo local tras el intermedio no tuvo continuidad y, tras reclamar un posible penalti por zancadilla a Romay, dejó sepultadas sus opciones en una jugada a balón parado que el conjunto rojillo ejecutó a la perfección.

Arana sirvió un córner desde la parte izquierda del ataque osasunista y Jaime, que había relevado a Nuha y se mostró muy activo la media hora que jugó, cabeceó el balón a gol.

El 0-2 fue una losa definitiva para el equipo de Fredi Álvarez, que no dio sensación en ningún momento de poder poner en entredicho la superioridad física y táctica de los pupilos de Mateo.