Debutó Pione Sisto con el Celta. Media hora de agradables insinuaciones por parte de uno de los fichajes más ilusionantes de las últimas temporadas. Ese entusiasmo de los aficionados celestes, al menos de muchos de ellos, se había generado gracias a un puñado de acciones recopiladas en los vídeos que recorrían las redes sociales. Pocos habían podido presenciar partidos íntegros del Midtjylland, salvo quizás los de su eliminatoria con el Manchester United. Desde ayer, los que presenciaron el partido contra el Pescara tienen más elementos de juicio. Sigue siendo apenas un aperitivo ligero, pero que confirma las características del danés.

Eduardo Berizzo quería aprovechar la primera oportunidad que tuviese para ordenar el estreno de Pione. El danés llega tras haber disputado seis encuentros de la liga danesa con el Midtjylland. Su estado físico es óptimo, por encima de sus compañeros. Sin prevenciones en este aspecto, la prioridad del entrenador es que Pione pueda acoplarse lo antes posible. Parte con la doble desventaja de ser nuevo y haber llegado tarde.

Del atacante de origen sursudanés se conoce su polivalencia. Puede moverse por todo el frente, al menos en las tres posiciones por detrás del delantero centro. Berizzo lo utilizó ayer de entrada en la banda derecha, que en pretemporada ha ocupado sobre todo Drazic pero que en campaña oficial puede ser territorio de Orellana o Iago Aspas, según se necesite. Por la izquierda, Bongonda presume de haber sido seguramente el jugador más deslumbrante en estas semanas de preparación.

Así que Pione salió por la banda de su diestra natural, aunque solo llegó a línea de cal en una ocasión, regateando por fuera a su marcador, para ofrecer un centro peligroso. El danés le ofreció desmarques por detrás del lateral a Lemos, pero el santiagués nunca combinó con él.

Pero de Pione se espera movilidad y es lo que ofreció a raudales. No se quedó a esperar el balón junto a la banda. Partió hacia el centro con prontitud y frecuencia, llegando incluso a ofrecerse a Bongonda en asociación en la banda izquierda.

Se la nota algo despistado con las permutas en los marcajes al hombre, cosa lógica. Y todavía piensa antes en el regate que en el primer toque, cuando las prioridades deberán ser las inversas. Veloz, esforzado, con ganas de agradar, mostró agilidad en el desborde y tentó el gol. El primer disparo desde la frontal fue detenido por el portero del Pescara, el rebote se le fue a las nubes y un defensor interceptó el pase de Iago Aspas en una jugada posterior, en la que había acudido a remachar bajo palos.

El joven certifica, en resumen, aquellas cualidades por las que se le fichó: uno contra uno, verticalidad, atrevimiento... Queda por ver cómo encaja en los engranajes colectivos y si es capaz de brillar ante adversarios exigentes.