Muchas eran las premisas con las que la dirección deportiva encabezada por Roberto Feáns y el entrenador Luisito lanzaron sus redes al océano del mercado de fichajes en busca de atraer al caladero de Pasarón los mejores refuerzos posibles.

Por la cabeza del entrenador de Teo pasaban tres ideas fundamentales para mejorar una plantilla que ya el año pasado rindió por encima de lo esperado en cuanto a objetivos se refieres. Por un lado el equipo necesitaba incorporar jugadores de más centímetros y por el otro gente veterana y curtida en la categoría, además del consabido y tan necesario gol que el año pasado frustró la consecución de algún punto extra.

Eso es precisamente lo que ha llegado a orillas del Lérez en el último mes y medio, atrayendo siempre en la medida de los posible a gente gallega o con pasado y vinculación con Galicia.

La importancia de firmar a jugador de envergadura reside en la necesidad del de Teo de poder tener un abanico de jugadores de diferentes características que permita al plantel la posibilidad de acoplarse a diferentes estilos de juego. El pasado año no eran muchos los jugadores de altura de medio campo para delante, solo el delantero Pablo Carnero destacaba en este campo por su talla, algo que hasta ahora y a falta de conocer todavía el nombre de los dos delanteros que están por venir, se ha subsanado. A Pontevedra han llegado y comenzarán a entrenarse el lunes próximo, gente como Abel Suárez (1,88 centímetros), Jacobo Trigo (1,84) o Dani Portela (1,84).

En cuanto a la veteranía, el club tampoco se ha quedado atrás en este sentido y sin necesidad de avejentar la plantilla. El pasado año había en el equipo tres jugadores por encima de los 30 años, todos ellos en la linea defensiva: Capi, Adri Gómez y Verdú. Este año, además de la continuidad de Capi y Adrián Gómez, la plantilla suma la veteranía de Gonzalo (30 años) y de Íker Alegre (30). Pero no solo incorporaron edad, sino también experiencia y galones en la división de bronce ya que a diferencia de lo ocurrido el verano pasado, todos los integrantes del bloque que la próxima semana arrancarán la pretemporada han disputado ya algún partido en Segunda B, siendo los casos del guardameta Santi Canedo y Miki los de menor bagaje en la categoría debido a su juventud.

A todas estas piezas se le deben unir los deseados dos arietes y para esta posición los criterios no serán distintos a los seguidos anteriormente ya que Luisito quiere tener en el equipo a al menos un delantero de gran tamaño que ayude a fijar los centrales y lleve peligro por alto y otro, que puede ser el mismo o no, con experiencia en la liga y buena estadística goleadora en los últimos años.