Como si tuviera la lección de Ourense muy bien aprendida, Íker Alegre ha sintetizado muy bien el mensaje del técnico granate Luisito del día a día en el que la presión de los objetivos pasa a un segundo plano con respecto al trabajo diario del equipo.

- ¿En las conversaciones que ha mantenido con el que será su entrenador o a la hora de negociar su contrato se han planteado objetivos para la próxima campaña?

- Está claro que sobre todo el objetivo principal es el de mejorar lo que se hizo la temporada pasada, que yo creo que de por sí ya fue una muy buena campaña. A raíz de ahí, la clasificación dirá donde podemos estar. Si tenemos la opción de luchar por el primer puesto no nos vamos a conformar con el play off y si podemos entrar en la fase de ascenso no vamos a dejar de pelear hasta el final. Tampoco soy yo muy de marcarme muchas metas porque al final yo creo que lo importante es ir poco a poco, ir partido a partido e intentar acabar al final del año lo más arriba posible.

-La adaptación parece sencilla para usted al conocer al técnico y a muchos compañeros de sus anteriores etapas tanto en Logroño como en Ourense...

- Sí, tanto con Capi como con Álex Fernández, o Jacobo Trigo el año pasado ya he compartido vestuario. Después Ourense no sólo coincidí con Luisito sino también con el preparador físico y el segundo entrenador y conocer a la gente cuando llegas nuevo siempre es favorable. En estos equipos bien es cierto que casi siempre se suele hacer piña pronto, lo importante es congeniar todos cuanto antes porque eso es un factor muy importante a la hora de jugar los partidos.