El Celta aguarda a que el Manchester City deposite los 18 millones de la cláusula de Manuel Agudo Durán, Nolito, en cualquier momento. En Plaza de España se da al delantero por perdido desde que se incorporó a la concentración de la selección española para participar en la Eurocopa de Francia y hace semanas que el director deportivo, Felipe Miñambres, peina el mercado en busca de un sustituto que pueda acercarse a su rendimiento.

Todo un desafío teniendo en cuenta que Nolito ha aportado 39 goles y 22 asistencias en las tres temporadas que ha jugado en Balaídos y ha sido el único jugador capaz de firmar dobles dígitos -12 tantos y 12 pases de gol en el curso 2014-15- con el Celta desde que hace más de una década lo hiciese el gran Alexander Mostovoi. Y no solo se echarán de menos sus goles: su complicidad en la conexión banda a banda con el chileno Fabián Orellana y la incuestionable capacidad de activar a sus compañeros a través de la asociación del juego dejarán también un vacío difícil de llenar.

A la espera de que llegue un sustituto que seguramente necesitará un proceso de adaptación y con Claudio Beauvue, el fichaje estrella del último mercado de invierno, en el dique seco al menos hasta el mes de octubre, el liderazgo del gol en el Celta va a recaer en el moañés Iago Aspas.

El favorito de la afición celeste ya compartió la pasada temporada el protagonismo goleador con Nolito en una sana competencia sin ganador claro. El sanluqueño concluyó el curso con 12 goles y 7 asistencias, números nada despreciables considerando que estuvo dos meses parado por culpa de una lesión muscular; Aspas firmó 18 tantos, cuatro de ellos en la Copa del Rey, y siete pases gol, revalidando la condición de máximo goleador del equipo que ya tuvo en su primer año en Primera División, en el que anotó 12 goles.

El Celta pagó casi 5 millones de euros para recuperar al goleador moañés. Se le fichó del Sevilla no ya como gran promesa de la cantera, sino para asumir junto a Nolito el protagonismo goleador en el Celta como fichaje estelar del verano. Y lo cierto es que Aspas, que venía de dos temporadas con muy pocas oportunidades de lucirse en el Liverpool y el Sevilla, recogió el guante y no defraudó a las expectativas generadas con su contratación. Ahora se le pide que dé un paso más y sea el sostén goleador del Celta en una temporada especialmente compleja, que obliga a alternar tres competiciones y en la que el grupo de Eduardo Berizzo no puede dormirse en los laureles.

El nuevo desafío le llega a Iago Aspas, que el próximo mes de agosto cumplirá 29 años, en plena madurez personal y futbolística. El moañés ha atemperado su volcánico temperamento para centrarse en el fútbol: ha disminuido a la mínima expresión su querencia a encararse con los árbitros y parece haber desterrado de su credo futbolístico actitudes infantiles que tanto daño hicieron en su momento al equipo. Los números son infalibles: la pasada temporada recibió ocho tarjetas amarillas en 35 partidos de Liga, con lo que apenas se perdió un encuentro por suma de amonestaciones. Su última expulsión se produjo en Riazor, en el curso 2012-13.

No es Aspas el único atacante que tendrá que dar un paso al frente en ausencia de Nolito. El sueco John Guidetti debe confirma también la excelente progresión que le ha llevado a disputar la Eurocopa con la selección absoluta de su país y mejorar los 12 tantos (7 en liga y 5 en Copa del Rey) anotados el pasado curso.

También están llamados a tener mayor protagonismo jóvenes internacionales como Theo Bongonda, el sustituto natural de Nolito, que ya brilló la pasada temporada y chicos como Josep Señé y Dejan Drazic, en quienes Berizzo tiene gran confianza pese a su escaso protagonismo este último año, y nuevos fichajes como José Naranjo.