La afición granate ya tiene nuevo cañonero. El pichichi granate de la temporada Borjas Martín ha tomado este curso las riendas del gol dejadas por Pablo Carnero para convertirse en la referencia ofensiva que al club le hizo falta para conseguir los objetivos de la temporada.

El delantero canario ha sido clave para obtener la novena plaza. Sin sus goles el Pontevedra hubiese acabado la liga con los mismos puntos que el Compostela y su mismo destino, el descenso a Tercera División. Martín ha sido determinante en por lo menos siete partidos para hacer ganar a su equipo 16 puntos entre victorias y empates. Sus doce dianas realizadas le han servido para acabar la temporada como el quinto máximo goleador del grupo empatado con delanteros contrastados de la categoría como Aketxe (Cultural Leonesa) o Borja Iglesias (Celta B).

La renovación del contrato del palmero será una de las máximas a seguir en los próximos días de cara al la nueva temporada. Si bien, su presencia en la plantilla para la 2016/2017 no exime a la dirección técnica de peinar el mercado en busca de por lo menos un delantero más que complemente al canario y sume una buena cifra de goles que ayuda al Pontevedra a pelear por objetivos más ambiciosos.

El propio Luisito ha reconocido que la presencia en el equipo de otro ariete capaz de estar en las cifras de Borjas de esta temporada les hubiese permitido acabar como mínimo más cerca de los puestos de play off que la novena posición final. Al de Teo no se le escapa que las lesiones de Adrián Mouriño y Pablo Carnero le han supuesto a los de Pasarón una penalización excesiva al pasar de los 25 tantos anotados en la primera vuelta a los 13 que pudieron convertir en la segunda parte de la temporada.

De esta forma Borjas Martín toma el relevo de otros ilustres delanteros de los últimos años en la ciudad del Lérez como los Javi Rodríguez, Yuri, Igor o Charles, hombres capaces de superar la decena de goles en una temporada en Segunda B de la misma forma que lo han hecho Manu Barreiro o Pablo Carnero en Tercera. Y es que si algo ha tenido el Pontevedra bien cubierto desde el cambio de milenio ha sido la posición del "9" . De esta forma ha pagado muy caras las ocasiones en las que no ha sido así con el descenso a tercera o la no clasificación para la fase de ascenso a Segunda B de la temporada 12-13.