El Pontevedra Club de Fútbol quiso rendir homenaje este domingo a los integrantes de las categorías inferiores y con tal motivo hizo saltar a los once equipos de la base al césped de Pasarón en el encuentro ante el Burgos con el fin de despedirse de la afición y recibir la ovación de las gradas.

La escuela de fútbol pontevedresa cierra la temporada con mejores números que los de la campaña pasada, cuando una serie de descensos en la mayoría de los equipos hizo que se tomase la decisión de contratar a Pedro Ferreira como coordinador de la base.

Esta temporada el club granate ha celebrado tres campeonatos (benjamín e infantil A y B) de liga y un subcampeonato (cadete B en liga provincial).

La espina clavada de la base lerezano ha vuelto a ser el primer equipo juvenil, del cual se esperaba una rápida vuelta a División de Honor después de su descenso a Nacional del pasado año, pero una irregular segunda vuelta después de estar en posiciones de ascenso durante medio año les hizo caer hasta la décima posición a falta de dos jornadas para el final de la liga.

En cuanto a los cadetes, el primer equipo finalizó en la undécima plaza de la máxima categoría mientras. La categoría infantil fue la de mayor alegría pues tanto el A como el B se alzaron en lo mas alto de la clasificación como campeones de sus respectivos grupos ligueros.

En cuanto a los más pequeños y a pesar de que los resultados son lo de menos en estas categorías en las que prima el aprendizaje y la afianzamiento de conceptos, los benjamines de segundo año demostraron muy pronto sus dotes ganando el título de liga.