El Pontevedra tiene para cerrar la temporada en casa el partido más difícil de todos cuantos ha disputado en los últimos dos meses de competición.
El Burgos llegará a Pasarón con el claro objetivo de mantener la quinta plaza que mantienen y que garantizaría su presencia en la Copa del Rey de forma directa, sin necesidad de recurrir a la calculadora tras el final de liga para comparar puntuaciones con los demás equipos.
El equipo burgalés llega a este encuentro después de haber realizado un más que notable año 2016 en el que sus números bien le hubieran servido para meterse entre los cuatro primeros de no haber pasado por un bache de resultados en la primera mitad que incluso le hicieron ocupar momentáneamente plazas de descenso en la jornada undécima de competición.
El cambio de año lo iniciaron con empate ante el Pontevedra en El Plantío, y a partir de ahí se inició una fase de gran regularidad en el desarrollo del campeonato en el que el rival del Pontevedra solo perdió cuatro partidos. Sus números lejos del calor de su público son de seis victorias, siete empates y cinco derrotas, si bien la mayor parte de sus triunfos a excepción de la lograda en As Somozas en la primera jornada de liga, han sido contra equipos de la zona baja de la clasificación.
Entre las principales armas del Burgos que este domingo visitará Pasarón destaca un entramado defensivo capaz de recibir únicamente cuatro goles en las últimas 10 jornadas, unos números solo superados por el sorprendente Tudelano de Manix Mandiola que están cuajando un final de campeonato memorable y llevan desde el 7 de febrero sin encajar un gol.
La dificultad del rival, así como las mínimas opciones coperas obligarán a Luisito a alinear al once habitual para tratar de llevarse los tres puntos, algo que no ocurre desde hace siete semanas, cuando vencieron en casa al Peña Sport por la mínima.
La defensa de Luisito deberá tener especial cuidado con hombres como Ander Vitoria y Adrián (17 goles entre ambos) de cara a mantener la portería a cero. Otro de las principales bazas goleadoras burgalesas como el centrocampistas José Fran no será de la partida en la ciudad del Lérez al tener que cumplir un partido de sanción tras ser expulsado en su victoria de la pasada semana ante el Sporting de Gijón B por 2-1.
Un banquillo conocido
Llevando el timón del Burgos se encuentra un antiguo conocido de la afición pontevedresa de la etapa previa al descenso a Tercera.
El técnico cántabro Ángel Viadero es el responsable de dirigir a los burgaleses en esta temporada después de haber cuajado dos grandes años en el Sestao River en el que estuvo a punto de subir a Segunda División.
Viadero tomó las riendas del Pontevedra en la temporada 2010/2011, año de infausto recuerdo al suponer el descenso granate al pozo de Tercera. Su etapa a cargo de la nave pontevedresa fue muy corta. Tan sólo nueve jornadas duró el Santander al frente del club después de cuajar un arranque decepcionante para un equipo que tenía altas miras en esa campaña pese a su dramático final.
Bajo su órdenes el Pontevedra ganó dos partidos, empató otro y perdió seis, además de la eliminatoria de la Copa del Rey, cifras por las que la directiva que encabezaba Nino Mirón decidió prescindir de sus servicios, cuando el equipo se encontraba en posición de descenso directo, para traer al banquillo de Pasarón a un ilustre como Fernando Castro Santos, con el que tampoco se consiguió remontar el vuelo.
