Se cumplieron los pronósticos y el Barça ganó con claridad (25-48) a un Teucro que supo plantarle cara en los primeros 25 minutos y ofreció un partido vistoso para el aficionado que tuvo un guión muy parecido al que en la primera vuelta se pudo ver en la ciudad Condal.

Con la baja de Pichel, que finalmente se cayó de la convocatoria por problemas estomacales, comenzó el encuentro en un colorido pabellón municipal de los deportes de Pontevedra en el que lució la pista azul traída desde León con motivo de la presencia de las cámaras de televisión.

El Barcelona, ayer vistiendo los colores de la senyera catalana con su segunda equipación, enseñó los dientes muy pronto en el partido con un parcial de 0-3 que le hizo mandar en el marcador y nunca verse por debajo ya desde el primer minuto.

Sin embargo el Teucro no se arrugó y sin nada que perder comenzó a ofrecer su mejor balonmano y poco a poco encontrando agujeros en la muralla defensiva catalana, poblada de jugadores que superaban en su mayoría la envergadura de cualquier jugador teucrista.

Con siete minutos cumplidos las distancias se habían reducido a un tanto de diferencia (4-5) y una serie de paradas de Amérigo unidas a los aciertos defensivos locales permitieron a la Sociedad Deportiva acercarse todavía más para poner el duelo en tablas y disponiendo incluso de la pelota para ponerse por delant. Pero primero un error en la entrega de Balenciaga sobre Rial con 6-6 y después una parada de Pérez de Vargas a Edu Moledo con 7-7 impidieron a la afición pontevedresa darse el lujo de verse por encima en el marcador aunque fuese por unos instantes.

El menudo central vasco del Teucro Erik Balenciaga fue el hombre más destacado del primer periodo para los de Quique Domínguez, haciendo daño por abajo y con velocidad a una altísima defensa rival que por momentos no supo como pararlo (5 goles en la primera parte).

El marcador se mantuvo muy ajustado hasta prácticamente el final de la primera parte, cuando los de Xavi Pascual pusieron una marcha más con un parcial de 0-7 (14-21) en escasos cinco minutos que les sirvió para poner tierra de por medio y finiquitar el partido para jugar un más relajado segundo periodo.

La segunda media hora fue de trámite. Quique Domínguez y Xavi Pascual dieron el relevo en las porterías a Andrés Delgado y Saric, respectivamente y continuaron con su política de rotaciones repartiendo los minutos entre toda la plantilla pensando en la importancia de lo que está por delante.

Sobre la pista, el Barça Lassa continuó dominando en juego y marcador frente un Teucro que poco podía hacer ante el torrente ofensivo que se le venía encima y que no dejaba de ampliar la ventaja en el electrónico, llegando a imponerse por una diferencia máxima de 23 goles gracias a un aplastante marcador parcial en los segundos 30 minutos de (10-25). Los 48 goles anotados son el récord anotador de un equipo en un partido esta temporada.

El Teucro perdió, pero puede sacar la nota positiva de este tropiezo ante un rival invencible gracias a unos primeros 25 minutos de gran calidad que les sirven para tener el convencimiento de que jugando así el sueño de la salvación es una posibilidad más que real.

A destacar, el gran ambiente vivido en el estadio a pesar de tratarse de un partido muy desigual a disputar entre semana y por que el que debían pagar entrada al tratarse del escogido como día del club.

Más de un millar de aficionados acudieron al pabellón lerezano, no dejaron de animar incluso cuando las diferencias ya eran muy amplias y despidieron a los azules con ovación.