El Pontevedra cosechó una derrota en casa ante el Celta B en un partido en el que mereció más, pero que se decidió en diez minutos locos mediada la primera parte, en los que los celestes se pusieron dos goles por delante, gracias al desacierto defensivo garante, y pusieron el duelo muy cuesta arriba. Los locales intentaron sin suerte buscar el empate durante toda la segunda parte.

Sorprendió Luisito introduciendo en el once titular a Adrián Mouriño, dejando de esta manera a Bello en el banquillo de suplencias por primera vez desde que se hizo con el puesto en el once inicial tras su debut en Tudela. Del once del de Teo desaparecieron los dos jugadores que fueron retirados antes del descanso la jornada pasada ante el Sporting B. Queijero se cayó incluso de la lista de convocados.

El partido comenzó con el Pontevedra más metido en el partido y pisando área rival, pero los celestes se sacudieron la presión pasados unos minutos para igualar fuerzas y mantener su solidez defensiva característica en las últimas semanas para después lanzarse rápidamente a la contra.

El Celta B se adelantó superados los 20 minutos de encuentro en una jugada desgraciada para el Pontevedra. Un intento de despeje de Pablo golpeó en el rostro de Álex Fernández y propició una asistencia magistral para que Franco definiese por bajo y de disparo cruzado delante de Edu. La pájara granate no terminó ahí y cuatro minutos después Borja Iglesias, liberado de presión defensiva, hizo de un precioso disparo de volea desde dentro del área el segundo del filial celtiña poniendo las cosas muy difíciles para un Pontevedra al que le está costando mucho hacer goles en esta segunda vuelta.

El equipo local no se vino abajo y tardó escasos minutos en acortar distancias. Lo hizo Borjas Martín al transformar una pena máxima cometida sobre él mismo por un claro derribo de Jonathan de Amo dentro del área.

Se puso de esta manera punto y final a diez minutos de locura en los que el partido se revolucionó, pero que dieron paso a un final de primer periodo de mayor calma para el Pontevedra, que incluso pudo irse a los vestuarios con el empate de haber resuelto primero Borjas a pase de Hugo y después Kevin Presa tras una asistencia de Jandrín, dos buenas ocasiones frente a Iván que acabaron perdonando.

La segunda mitad arrancó siendo una declaración de intenciones con respecto a lo que el bloque lerezano iba a ofrecer en los segundos 45 minutos. Álex desde fuera del área envió un fuerte disparo que se marchó desviado por poco.

Los hombres de Luisito se veían superiores e intentaron anotar el empate en varias oportunidades pero la falta de puntería y las intervenciones de Iván abortaron cualquier posibilidad de remontada.

Para sumar toda la pólvora posible arriba, Luisito arriesgó retirando del campo a Miguel y a Pablo para dar entrada a Anxo y a Bello, pero el nivel del equipo no fue a más. Tras los cambios el conjunto lerezano no encontraba la forma de hacer daño al meta visitante.

Mediada la segunda parte, Borjas tuvo una buena oportunidad en un contragolpe tras un robo en el centro del campo, pero Borja Fernández estuvo más rápido que el canario para desbaratar la jugada antes de que el delantero local pudiese disparar a gol.

A escasos minutos del final, Jordan pudo hacer la diana de la sentencia viguesa, pero Edu estuvo acertado para detener con el pie el disparo cruzado del jugador olívico que había entrado en la segunda parte en lugar de Luis Rioja.

Todavía tuvo el Pontevedra tiempo para una ocasión clara más por mediación de un golpe franco de Jacobo que a punto estuvo de colarse en la portería y subir al marcador, pero la pelota no quiso entrar esta vez y el Pontevedra vuelve a perder por segunda semana consecutiva.

Esta derrota confirma lo que ya era prácticamente un hecho. Y es que a falta de cuatro partidos para el final de liga, los puestos de play off ya tienen dueño. A los granates les queda ahora seguir remando por esa quinta plaza que permitiría jugar la Copa del Rey pero que cada vez está más cara ya que se suman más aspirantes en las últimas semanas.